BIENVENIDOS


En este lugar se encuentran reunidos nuevamente el tiempo, la música y nuestros recuerdos...Iniciemos este maravilloso viaje al ritmo de las canciones y melodías de la Música sin Final...Déjese llevar por el mágico sonido que envuelve milagrosamente, ese algo que creíamos olvidado, pero que sigue ahí escondido en algún lugar, sin límites...sin final...¿Quiere saber en dónde está ese lugar?...Habita en su recuerdo y está más allá de la música...¿Nos hace el honor de acompañarnos?...Gracias.

Sus amigos,

Ricardo y Alejandro Martínez Arreola

lunes, 8 de noviembre de 2010

MÚSICA SUAVE Y LUCES TENUES


Gabriel García Márquez en alguna ocasión comentó "Lo único mejor que la música, es hablar de música". El título de nuestro comentario de hoy en lo personal nos lleva por diferentes recuerdos. Primeramente, es el nombre de una canción escrita en los años treinta y que forma parte de las más de mil piezas compuestas por el talentoso Irving Berlin en más de medio siglo. ¿Quién era? Recurriremos a la máxima que Jerome Kern -otro grande en el terreno de la composición- utilizó para definirlo: “Irving Berlin no tiene un lugar en la música Americana- él es la música Americana”. Efectivamente amigos lectores, la canción que más ha vendido a lo largo de la historia es justamente de su inspiración y responde al nombre de Blanca Navidad por la que recibió el Oscar como la mejor canción en 1942 y se escuchó en voz del padre de los crooners Bing Crosby. No podríamos olvidar que cuando dio arranque el cine sonoro en todo el orbe en 1927 con El cantante de Jazz, la sensibilidad de Berlin estuvo presente con Cielos azules en voz de Al Jolson; además, la llamada Meca del Cine se nutrió en gran medida con sus canciones en las siempre nostálgicas comedias musicales que colmaron la pantalla grande en los años 30’s y 40’s principalmente. Quizá haya quedado muy lejano el año de 1907 cuando realizó su primera composición pero su indudable contribución a la canción popular se conserva hasta nuestros días.

En las amenas pláticas musicales que alguna vez nuestra familia solía tener, alguien dejó escapar el nombre de Everett Hoagland cuya orquesta era una de las principales atracciones del elegantísimo Club Ciro’s del Hotel Reforma. Los de más edad no dudaron en recordar el control remoto que la XEW realizaba desde dicho lugar en los años cuarenta, así como la evocación de la rúbrica a cargo de tan popular orquesta. Nos referimos a Música suave y luces tenues. Radio 590 a principios de los años 50’s tuvo un programa con este título utilizando la grabación de Hoagland en el sello Columbia (en esa época esta emisora como Radio 6.20 y Radio Mil manejaban un perfil de programación muy parecida, incluso algunos programas eran patrocinados para escucharse en las tres estaciones). Tanto la orquesta de Everett Hoagland que provenía de los Ángeles, California y compuesta por músicos norteamericanos (originalmente) como la orquesta del regiomontano Ernesto “el Pelón” Riestra (cuya eterna rúbrica fue Té para dos), alternaron para deleite de muchos en aquél lugar de pomposa aristocracia y aún hoy continúa siendo una pista de baile imaginaria para otros.

 


Con música instrumental hemos regocijado muchos años de nuestra vida, en especial con un estilo romántico que se abrió camino cuando la Era de Metal representada por las Grandes Bandas vivía en las décadas de los 30’s y 40’s sus mejores años, fue un concepto denominado Rapsodia para orquesta de cuerdas, melodías cuya instrumentación reflejaba la fuerza descriptiva de la música desde la primera impresión, que al paso de los años integraría entre otras cosas a grupos corales para realzar su belleza. Aquí encontramos a espléndidos directores como Leroy Anderson, George Melachrino, David Rose, Felix Slatkin, Otto Cesana, Hill Bowen, Vardi, Frank Chacksfield, Leroy Holmes, Victor Young, Alfred Newman, Paul Weston, Hugo Winterhalter, Mantovani, André Kostelanetz, Les Baxter, Percy Faith, Nelson Riddle entre muchos otros. Su preparación musical era de muy amplios estudios e incluso, algunos incursionaron en el terreno de la música clásica o bien pasaron de ésta a la música popular; en otros casos, su obra quedó además registrada en un sinfín de magníficas bandas sonoras o en arreglos para las mejores voces de la canción popular. A este género se le denominó para efectos comerciales como Mood Music (aquí, es donde se encontró un embrollo para clasificar todo lo que sonaba a instrumental, fue asociada -hasta hoy- erróneamente con términos que minimizaron su calidad como “música de elevador”, “música de super mercado” o simplemente “música ambiental”). En efecto, la empresa Muzak cuya fundación data de los años veinte y que son conocidos como los arquitectos del audio por crear un vínculo efectivo (con base en estudios psicológicos) entre sus clientes y los consumidores, razón por la que existe música creada o seleccionada para uso de las tiendas departamentales, empresas comerciales, hoteles, restaurantes, centros de atención telefónica, cafeterías, oficinas, conmutadores, etc. Cuentan además con un acervo musical muy extenso y valuado en varios millones de dólares en el que se incluyen a muchos exponentes de la música popular, entre ellos Elvis Presley. Contamos en nuestra discoteca con algunos ejemplares como simple curiosidad sobre la existencia de composiciones que tenían que ver con el nombre de artículos de línea blanca o de muebles, obviamente por orquestas formadas para estos fines. Eso, por supuesto no tiene que ver tampoco con que la música del Sonorámico Juan García Esquivel (ligado al lounge) se utilizara para probar el sonido de los discos y modernos aparatos estereofónicos de la RCA y aumentar las ventas de los mismos, o que se llegaran a escuchar éxitos del momento en alguna versión instrumental en espacios públicos como simple difusión.

Desde hace varias décadas la clasificación Easy listening abarcó tanto a las manifestaciones instrumentales como a las vocales de la música popular convirtiéndose en un inmenso costal de géneros, fusiones y calidades.



El acelerado ritmo de vida que caracteriza a nuestra época nos ha quitado un tiempo valioso para dejarnos llevar por la fantasía envuelta al ritmo de la buena música. Al escuchar esta bella selección de -melodías suaves- nos sentimos invadidos por una dulce sensación de irrealidad, de nostalgia, pero sobre todo de tranquilidad.

¿Por qué no hemos de soñar si la luz es tenue y la música suave? Los arreglos y las ejecuciones que hemos seleccionado, son especialmente propicios para alejarnos, aunque sea por unos instantes, del tedio de la rutina y de las preocupaciones diarias que nos abruman.

Lo invitamos a escuchar cada pieza aquí presentada a media luz… Soñemos.

Música suave y luces tenues, en la recordada versión de Everett Hoagland para el sello Columbia.




Polvo de estrellas, cuando Hoagy Carmichael compuso este número en 1927 vivía una amargura y desilusión amorosa, dos años después su amigo Mitchell Parish se encargó de la letra, les presentamos una de las versiones más exclusivas registrada en los años 50’s con Las Voces de Robert MacDonald para el sello RCA Victor.



Al fin mía, Otto Cesana es una de las orquestas de mayor refinamiento de los años 50’s, fue de los primeros en realizar grabaciones en alta fidelidad, su música sirvió para identificar diversas producciones en la XEW y en Radio 6,20. Aquí una de sus piezas más evocadoras en el sello Columbia.




Marea baja, la belleza y majestuosidad del mar se encuentran plasmadas en esta composición original de 1953 del mago del arpa Robert Maxwell, aquí les dejamos la versión del propio autor una década después para el sello discográfico Decca.



Todo lo que tú eres, es una de las mejores expresiones románticas que se han escrito en el cancionero popular norteamericano, dos grandes intervinieron en su creación Jerome Kern y Oscar Hammerstein II. Les ofrecemos una de las versiones más exclusivas para este número con La Coral de Peter King.




Las hojas muertas, una de las más bellas estampas musicales que nos evocan a la Ciudad Luz, original de Kosma y Prevert, son incontables las versiones que se han realizado para esta composición desde 1945, hemos escogido una de nuestras favoritas con un prestigiado director de orquesta que en sus inicios incursionó en el canto para convertirse tiempo después en la primer orquesta de cuerdas en usar coros… Les Baxter con esta grabación para el sello Capitol.




Volver a empezar, en la revista musical Jubilee de 1935 fue estrenada esta pieza que Cole Porter compuso mientras estuvo de gira en las Indias Occidentales Holandesas. El ritmo que lo cautivó fue el Beguine, en México cuando se interpretó se hizo con sabor a bolero difundiéndose en toda Hispanoamérica, de las mejores interpretaciones que han existido sin duda destaca la elegante versión que con su arpa logró Gene Bianco en esta grabación para el sello RCA Victor.



Shangri-La, la música nos lleva por los rincones más alejados y fascinantes que podamos imaginar, aquí una muestra con el canadiense Percy Faith en su versión para la composición de Robert Maxwell en el prestigiado sello CBS.




La noche anterior cuando éramos jóvenes, la romántica y bella melodía compuesta por Harold Arlen a mediados de los años 30’s encuentra su mejor versión en la sublime ejecución de la orquesta de Victor Young para el sello Decca en los años 50’s.




Sonríe, el tema central de la película de 1936 Tiempos Modernos del genial Chaplin, por cierto en esta cinta fue la última en que personifica al inolvidable Charlot. Dejemos que el británico Frank Chacksfield nos recuerde con un arreglo fuera de serie registrado para el sello London en la primera mitad de los 60’s esta inmortal composición de Chaplin.




Hace tanto y tan lejos, compuesta por Jerome Kern e Ira Gershwin y estrenada en la cinta de 1944 Las Modelos, les compartimos una de las mejores versiones que se han realizado para este gratísimo número en el transcurso de los años, se anunciaba como la primera orquesta en grabar en sonido estereofónico, nos referimos a las 101 Cuerdas.



La calle de los sueños, es una canción compuesta a principios de los años 30’s por Victor Young con letra de Sam Lewis, una de las versiones que más apreciamos fue la que grabara poco más de veinte años después la orquesta de Felix Slatkin para el sello Liberty, acertadamente don Luis Mendoza Ramírez la utilizó como rúbrica para sus evocadoras cápsulas de Vibraciones Musicales 6,20.