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Ricardo y Alejandro Martínez Arreola

miércoles, 2 de febrero de 2011

LOS TRES ASES...REYES DEL BOLERO MODERNO


Los Tres Ases tienen un lugar especial en nuestro encuentro con el gran pervertidor de mayores (y de menores) que es el bolero. Además, son el trío favorito de nuestro padre. En sus primeros discos grabados hace casi seis décadas bajo el sello de “La voz de su amo”, se contiene el repertorio entrañable que domingo a domingo, mientras compartíamos el almuerzo, se nos regalaba envuelto en un manto de realidad y fantasía, que escondía en sus notas y armonías su serenata inmortal…

Los Tres Ases fueron un trío excepcional que se caracterizó por enriquecer sus interpretaciones con el mayor número de acordes en las armonías. En su etapa más significativa y recordada, estuvo conformada por tres genios de la canción popular mexicana: Juan Neri, Héctor González y Marco Antonio Muñiz.



Sin duda, el mejor requintista de México fue Juan Neri. De esto da cuenta Pepe Jara en su libro autobiográfico El andariego, al señalar en distintos momentos su profunda admiración y respeto por este talentoso músico. En alguna ocasión, el llamado Trovador solitario comentó: “Las canciones tienen reminiscencias del más grande de los requintistas de la trova: Juan Neri Mancilla”. Por su parte, Héctor González destacó como el mejor segunda voz de la llamada época de oro de los grandes tríos, que en realidad sonaba como a tercera –algo sorprendente-. El jovial Marco Antonio Muñiz, además de realizar los solos, hacía segundas, terceras y cuartas voces. Para muchos, esta singular combinación de talentos, hicieron de este trío el que aún en nuestros días se le considere como el mejor exponente del género. Y ¿quién lo dijera?, la vida, la caprichosa vida, quiso que allá por 1985, nuestro tío Jerónimo Merinos (q.e.p.d.) se convirtiera por dos décadas en requinto de Los Tres Ases… De las veladas bohemias que se armaban en la casa les hablaremos en otra ocasión.


Platicar sobre el inicio de la historia musical de estos artistas no es ni será una tarea sencilla. A lo largo de los años hemos escuchado y leído diversas anécdotas que en algunos casos no encuentran coincidencias, pero no por ello dejan de ser interesantes. De las gratísimas charlas que tenemos cada miércoles en un café ubicado en la misma calle, que como en los viejos tiempos, sigue albergando los estudios de la añeja Radio Centro, lugar en el que se reúnen muy buenos y entrañables amigos como el maestro Miguel Medina -trovador de la vieja guardia – y del que el poeta Juan Cervera también asiduo a las reuniones escribió un excelente artículo (puede consultarse en http://chobojos.zoomblog.com/archivo/2010/04/11/miguel-Medina-Se-os-mueren-los-trovad.html) y sin dejar de agradecer los comentarios del Ing. Luis Jaime Chapa (respetado coleccionista e investigador de nuestra música popular al que no conocemos personalmente pero que sin duda su vasto acervo discográfico es de los más importantes en nuestro país), intentaremos recrear una historia – que no intenta ser la oficial- sobre los antecedentes de este excepcional trío.


Para ello, tenemos que remontarnos a las viejas calles de la ciudad de México allá por 1948. Antonio Pérez Meza formó el Trío Culiacán junto a Juan Neri Mancilla quien acababa de separarse del Trío Cantarrecio y Héctor González Pineda quien a su vez, había trabajado en 1945 con Antonio en el trío Los Diablos. Para 1951 abandonan el trío tanto Juan Neri como Héctor González y se integran con Alberto Suárez (posteriormente reemplazado por Pepe Nuñez) para formar el trío Los Dandis (no confundir con Los Dandys),en el que por cierto, Juan Neri se encargaba de ejecutar la tercera voz. En 1952 se reencuentran Pérez Meza, Neri y González y a sugerencia-al parecer- del compositor cubano Gilberto Urquiza adoptan el nombre de Los Tres Ases basándose en el popular grupo norteamericano The Four Aces, grabándole dos de sus composiciones “Comienzo” y ”Juana Reberbero” para el sello en el que registrarían sus mejores grabaciones… la RCA Victor. A la salida de Pérez Meza se integra al grupo Marco Antonio Muñiz quien tiempo atrás había pertenecido a Los Tres Brillantes y al Sexteto Fantasía. Las primeras grabaciones que realizan con esta formación en 1953 son “Pretender” “Ladrona de besos” “Lo dudo” y “Cerezo Rosa”. A partir de ese momento y de la mano del genio de la industria fonográfica Mariano Rivera Conde lograron desarrollar un estilo único e incomparable. Durante los años cincuenta la discografía de Los Tres Ases es marcada por diversas expresiones musicales muy populares en México: el bolero (Rivera Conde les hacía hincapié que lo suyo era la canción romántica), el cha cha chá (género que grabaron a sugerencia de Emilio Azcárraga Milmo), el florecimiento de la música ranchera y regional (grabaciones que se hicieron en la RCA Víctor de Cuba a sugerencia de Amalia Mendoza “La Tariacurí”). Sin embargo, los primeros trancazos musicales fueron “Mi último bolero”, “Contigo en la distancia”, “Irresistible”, “Ofrenda” y “Que seas feliz”, entre muchos otros. Sus giras artísticas por Cuba, Centro y Sudamérica,  la estancia de Juan Neri en la ciudad de San Francisco y su dominio de la guitarra eléctrica les permitieron experimentar acordes con marcado tono jazzístico, influencias de la samba y de la bossa nova, del pasillo ecuatoriano o bien de la región en donde se presentaban. Una parte de su internacionalización se la debieron a Ernesto Hill Olvera a quien acompañaron en algunas presentaciones. Fueron designados como “El trío más destacado de 1955” lo que les valió el Disco de Oro de Selecciones Musicales por sus interpretaciones para “No me platiques ya”, “La enramada” “Mi último bolero” el más preciado trofeo al que podían aspirar los artistas de la música popular, alcanzando el merecido título de “Los Reyes del Bolero Moderno”.



Revisando la Historia Documental del Cine Mexicano escrita por Emilio García Riera, las apariciones cinematográficas que pudimos ubicar de Los Tres Ases son las siguientes: “La mujer de dos caras”, de Miguel M. Delgado rodada en 1955 pero estrenada hasta el 13 de febrero de 1957; “No me platiques más” también de Miguel M. Delgado, estrenada en el cine Orfeón el 12 de septiembre de 1956; “Una canción para recordar” de Julio Bracho, filmada en 1958 y estrenada en el cine Olimpia el 1 de septiembre de 1960; “México lindo y querido” también de Julio Bracho, realizada en 1958 y estrenada en 1961; “Neutrón, el enmascarado negro” de Federico Curiel, rodada en 1960 y estrenada en el cine Atlas el 6 de abril de 1962.

Desde la separación en 1960 de Marco Antonio Muñiz y en 1964 de Juan Neri, en sus filas han estado entre otros Daniel Cabrera “Gasparín”, Gustavo López, Salvador Macías, Rolando Morlet, Mario Romero, Roberto Lozano, Jerónimo Merinos y José Antonio Bedolla.


Entre las muchas anécdotas que han acompañado a este trío podemos citar la que Héctor González (q.e.p.d) platicaba con entusiasmo: en algún momento le cantaron durante un viaje de avión al mismísimo Frank Sinatra (una serenata para su esposa y la del actor Yul Brynner) a quien por cierto le encantaban las armonías de este trío. En ese entonces la formación era: Juan Neri, Héctor González y Gustavo López.

Los respetados investigadores musicales y cronistas de la cultura popular Jesús Flores y Escalante y Pablo Dueñas en su artículo El Quid, santuario de la vida nocturna señalan sobre Emilio Azcárraga Milmo “Mientras cenaba, el empresario le gustaba escuchar a Los Tres Ases; cuentan que casi dormía y se despertaba con boleros de este grupo detentador del estilo feeling mexicano”. En sus distintas emisiones radiofónicas han apuntado que la canción preferida de El Tigre con este trío era “Tú eres mi destino”.




Por cierto, Los Tres Ases, contrario a lo que pudiera pensarse, no tuvieron el éxito esperado en Cuba. En una de sus primeras visitas a la isla allá por 1958, al percatarse que en primera instancia no gustaba su estilo romántico, decidieron cantar ranchero, cosa que molestó mucho a Rivera Conde y todavía más que ¡hubieran grabado un disco! Sin embargo, el director artístico de la RCA Victor en aquellos años olvidó este incidente cuando se enteró del importante número de ventas de aquella legendaria grabación. En esa misma visita realizaron grabaciones al más puro estilo feeling de la época con el acompañamiento en las percusiones del maestro César Portillo de la Luz.


Ahí les va un torito… ¿Grabaron en un idioma distinto al español? Sí, a mediados de los cincuenta la canción “Jurei” (Chávez-Márquez-De Souza) cantada en portugués en la que Neri nos muestra su dominio del requinto al ejecutar fragmentos de la inolvidable pieza “Delicado” de Waldir Azevedo.

Para despedirnos, queremos hacer nuestras las palabras que Marco Antonio Muñiz en su libro autobiográfico ¡Soy un escándalo… dicen!, dedica a la memoria de Juan Neri y al trío favorito de nuestro padre... “De una cosa sí puedes estar seguro: que tú no eres un ausente, porque sigue latente el virtuosismo de tu guitarra, porque trascendiste como trovador y porque dejaste una huella imborrable en el corazón no sólo de las canciones de tu época, sino también en la generación de tantos trovadores jóvenes que como tú, con su guitarra bajo el brazo, recorren bares y escenarios en búsqueda de reconocimiento y rindiéndote homenaje al copiar tus armonías en el requinto, al querer ser como fueron Los Tres Ases”.


El texto de hoy lo dedicamos a la memoria de Antonio Hernández García fallecido el pasado 1 de enero a los 71 años de edad, nuestra colección discográfica tiene mucho de él, de sus consejos y de su sabiduría musical, durante 17 años nos brindó una estrecha y firme amistad. El locutor Manuel Guillén lo llamaba cariñosamente y con mucha verdad “El hombre de las mil anécdotas”. Descanse en paz.

*La etiqueta del disco "Comienzo" es de la colección del Ing. Luis Jaime Chapa.

Ahora escuchemos algunos audios de colección de este formidable trío. Entre 1952 y 1959 el total de grabaciones que tenemos documentadas es de 91. De 1960 a 1970 es de 107. Algunas de las grabaciones con nuestro tío Jerónimo al requinto pueden escucharlas en la entrada respectiva.

Fragmentos de la entrevista a Los Tres Ases por sus 50 años en el programa “Conversando “con Cristina Pacheco en el año 2002.


Comienzo, original de Gilberto Urquiza grabada a finales de 1952 a 78 revoluciones por minuto.


Pretender, composición Lew Douglas-La Vere-Belloc-M. Molina Montes grabada en 1953.


Delirio, la mejor versión para esta composición del maestro César Portillo de la Luz. Un sello de distinción del requinto de Juan Neri.


Mil congojas, una bella composición de Juan Pablo Miranda en este registro de 1956.


Indecisión, del compositor Luis Demetrio esta grabación de 1957, apareció en un disco de 45 r.p.m. junto a Un secreto.


Un madrigal, del primer álbum de corte ranchero en la carrera de este trío, disfrutemos de la inspiración de Ventura Romero.


Brasil, de la inspiración de Ary Barroso quien visitó México en 1953 y para nuestra fortuna grabó con su orquesta un disco de larga duración con este número para el sello Musart. La versión que aquí les presentamos corresponde a un corte de la Banda Sonora Original de la película “Una Canción para recordar” la orquesta y los arreglos son de Chucho Zarzosa.


Realidad y fantasía, de la inspiración del maestro César Portillo de la Luz es esta grabación realizada en la RCA de Cuba. Se vale ponerse de pie.


Déjame, esta inspiradísima composición de Gonzalo Curiel adquiere nuevos matices con esta versión.


Allá tú, composición del inolvidable Álvaro Carrillo.


Nocturno de amor, brillante versión para esta composición de Homero Aguilar realizada en 1959.


Tan sin amor, formidable interpretación para esta composición de Cabiatti y L. de Llano.


Tú indecisión, la última grabación de Marco Antonio Muñiz con el trío. De la inspiración de Rubén Fuentes y Alberto Cervantes.


Imágenes, a ritmo de bolero bossa esta magnífica versión para la eterna composición del cubano Frank Domínguez.


Siempre junto a ti, de la inspiración de Pepe Delgado esta grabación incluida en el último disco de larga duración con Juan Neri.


Mi loca ansiedad, original de Chucho Rodríguez esta formidable grabación de 1970.


Ahora un aporte en video.