BIENVENIDOS


En este lugar se encuentran reunidos nuevamente el tiempo, la música y nuestros recuerdos...Iniciemos este maravilloso viaje al ritmo de las canciones y melodías de la Música sin Final...Déjese llevar por el mágico sonido que envuelve milagrosamente, ese algo que creíamos olvidado, pero que sigue ahí escondido en algún lugar, sin límites...sin final...¿Quiere saber en dónde está ese lugar?...Habita en su recuerdo y está más allá de la música...¿Nos hace el honor de acompañarnos?...Gracias.

Sus amigos,

Ricardo y Alejandro Martínez Arreola

martes, 2 de julio de 2013

TROPICALERÍAS… LOS RITMOS BAILABLES QUE HICIERON ÉPOCA





El popular y legendario danzón es de origen cubano. En sus primeros años, al finalizar el siglo XIX se convirtió en una manifestación popular propia de negros mulatos y mestizos. Sin embargo, poco a poco fue ganando adeptos entre criollos y clases pudientes en toda la isla.

Al principiar el  siglo XX, el danzón modificó su primitiva estructura para incorporar del son la sabrosura “montuna”, proporcionándole más agilidad y sensualidad a lo largo de la pieza. Este modelo le ha permitido sobrevivir hasta nuestros días como auténtico rey en los salones de baile y plazas populares en México y Centroamérica.

Si tuviéramos que pintar con algún color al danzón para darle identidad, éste sería el color negro. La riqueza en ritmos y cadencias de las orquestas cubanas no se podrán entender sin la presencia del elemento negro en sus sonidos: las percusiones, las maracas, las claves, sonajas, campanas, triángulos… En fin, la combinación afrocubana no es solamente cuestión de percusión, sino que está presente en todas sus notas y excitantes figuras musicales.








Al hablar de danzones en nuestro país tenemos que remontarnos al año de 1920 pues se fundó el célebre Salón México (aunque existen grabaciones de esta forma musical durante la segunda mitad de la década de 1900). Los nombres de sus salas (La Mantequilla, La Manteca y El Sebo) propios de su origen popular, fueron testigos silenciosos del desfile de las danzoneras más prestigiadas del momento: Danzonera de Dimas y Prieto, Danzonera de Tiburcio “El Babuco” Hernández y la Danzonera de Consejo Valiente “Acerina”. Un dato digno de ser destacado en esta época lo consigna Jesús Flores y Escalante en su libro Salón México sobre el cabaret El Nereidas ubicado en las calles de Guerrero y Luna. “Este cabaret motivó la creación del famosísimo danzón Nereidas en 1932. Su dueño el señor Daniel Sidney pidió en este año al músico oaxaqueño Amador Pérez "Dimas" Torres, creara un distintivo musical para el lugar. El resultado fue EL DANZÓN DE DANZONES: NEREIDAS. Este sitio originalmente estuvo decorado con sirenas y motivos marítimos que después pasaron a los cabarets El Gusano y El Caracol".

A partir de 1932, las orquestas tropicales lograron consolidarse entre el bailador pueblo mexicano. Agustín Lara, formó el Son de Marabú y preparó el terreno para que, años más tarde, proveniente de la isla de Cuba, llegara a México para quedarse la legendaria Sonora Matancera, compañera ideal para las voces de Cascarita, Moscovita, Celia Cruz, Celio González, Albertico Beltrán, Bienvenido Granda, Leo Marini, Daniel Santos y Nelson Pinedo.


En los años cuarenta, El Waikiki, antiguo y prestigiado club nocturno, fue el escenario ideal para las actuaciones apoteósicas del Son Clave de Oro y su cantante Moscovita. Tampoco podemos dejar de mencionar las grabaciones discográficas que el tiempo ha convertido en clásicos de la música tropical a cargo de Mariano Mercerón, Lobo y Melón y  la orquesta cubana Casino de la Playa.


El inolvidable Cara de foca, Dámaso Pérez Prado dio a conocer en el lejano 1948 un ritmo tropical que causaría revuelo entre los jóvenes de aquel entonces: el mambo.

Pérez Prado fue primerísima figura del espectáculo en México, Estados Unidos y buena parte de Latinoamérica. Su capacidad y talento artístico, le permitieron visualizar un ritmo auténtico y original, basado en la fusión de la combinación sonora de las grandes bandas norteamericanas y la utilización con tintes modernistas de las cadencias y armonías propias del trópico.

En nuestros días, los mambos que Pérez Prado grabó para la RCA Victor, mantienen la frescura,  calidad técnica y originalidad… Patricia, Mambo en sax, El ruletero, La chula linda y el Mambo no. 8, son sólo algunos ejemplos de esta apreciación.

Cuando llegaban a su fin los inolvidables años cincuenta, la supremacía del mambo había terminado pero su influencia aún se dejaba sentir en las composiciones a ritmo de guaracha-mambo, bolero-mambo o bien, danzones-mambo. Con el fin de emular en lo musical y económico a Pérez Prado, varios compositores se dieron a la tarea de crear el nuevo ritmo capaz de competir con la cumbia y el rock and roll. Así surgió el Cha cha chá que trajeron a nuestro festivo pueblo los cubanos Enrique Jorrín y Nipón Mondéjar.



En toda reunión de baile, la gente que pinta canas se levanta de sus asientos con la emoción y frescura de antaño para lucir sus mejores pasos al compás de El bodeguero, Los marcianos y Las clases del cha cha chá. O bien, tan solo se dejan  seducir por la inigualable voz de El Bárbaro del RitmoBenny Moré.

Muchos otros inventos tropicales probados en diferentes épocas, no lograron identificarse con el gusto popular y pasaron a la historia con más pena que gloria como el merecumbé, el watusi, el yumpi, el charanga pachanga, el barambao, el zemboleo y el chivirico.



Los sesentas habían significado un período de crisis para la canción tradicional mexicana pero también, corresponden a la época en que la creación de la música tropical tocaba por vez primera fondo. Sin embargo, en un intento por rescatar la tradición del baile y las cadencias tropicales, surgieron nuevas orquestas que pronto lograron afianzarse en el gusto popular de la juventud cada vez más influenciada por ritmos estridentes provenientes de los Estados Unidos: La Sonora Santanera, La Sonora Veracruz, El Acapulco Tropical y Mike Laure y sus Cometas, son ejemplos dignos de esta modalidad.


El golpe final a la creación de música de baile con ritmo tropical de calidad lo dieron un grupo de jóvenes que intentaron crear un género nuevo, híbrido y raro,  porque parecía tropical pero intentaba ser balada y que en nuestros días ha vuelto a cobrar vigencia: la llamada onda grupera. La indecisión entre ser semi-rocanroleros o cuasi-rumberos es una de sus características. A pesar de eso, las agrupaciones de aquella primera época de la onda grupera tienen una ventaja sobre los gruperos del siglo XXI, los cuales siendo productos híbridos con fines netamente mercantilistas, se pierden en el limbo que produce la inusitada mezcla de ritmos que van desde el rock, lo tropical, la balada y el pop, ranchero, norteño, banda sinaloense y todo, absolutamente todo lo que usted quiera agregar.   


Esperamos disfruten de la siguiente selección musical, es imposible cubrir en este espacio todas las manifestaciones o intérpretes que caben dentro de la llamada música tropical, pero es un  pretexto para escuchar algo de la vieja guardia. 


Nereidas, una de las primeras versiones en disco de este inmortal danzón corrió a cargo de  Juan Concha y su Danzonera en 1936.



En Veracruz, la inolvidable  Ana María Fernández “La cancionera del estilo único”  interpreta esta composición de los Hnos. Martínez Gil en 1941 acompañada por la Lira de San Cristóbal.



Cascarita de Limón, en 1948 el famosísimo  Son Clave de Oro  que tenía a tres portentos de cantantes: Moscovita, Chepilla y Cascarita,  se escuchaban  día y noche con esta composición de  Pepe Delgado.



Piel canela,  de su propia autoría Bobby Capó nos ofrece este número que pegó con tubo en 1952, tal fue su éxito que al año siguiente le dio nombre a una película.



Silencio, el conjunto Los Cariñosos llevaron al disco en la primera mitad de los cincuenta su agradable versión para este número de la inspiración de “El jibarito”  Rafael Hernández.



Y hoy como ayer, composición de Pedro Vega, Benny Moré y su Banda Gigante nos ofrecen este registro discográfico de 1955.



De noche, de las grabaciones de mediados de los años cincuenta Tito Rodríguez nos deleita con este bolero-cha cha chá.



Mambo en sax, uno de los mejores números grabados por Pérez Prado y que a su vez le dio nombre a uno de sus discos de larga duración  para RCA Victor en 1957.



La Margarita, uno de los danzones de mayor popularidad en la década de los cincuenta fue este número de Mariano Mercerón y sus Muchachos Pimienta.



Congoja,  Margarita Romero fue una  de las voces que triunfaron en el elenco de XEB durante los años 30 y 40,  posteriormente  XEW tuvo entre sus filas a tan magnífica cantante. En RCA Victor grabó un disco con canciones de  Rafael Hernández  y arreglos de Rafael de Paz.



Cosas del alma,  esta composición del cubano Pepe Delgado cobró nuevos matices en la formidable versión para el sello Victor de Lobo y Melón grabada en 1960.




Brigitte, la formidable orquesta de Chuck Anderson se anotaba su mayor éxito de ventas con esta pegajosa tonada de 1960.




viernes, 24 de mayo de 2013

JÓVENES DE CORAZÓN



JÓVENES DE CORAZÓN

De vez en cuando se antoja recordar aquello que archivamos entre las buenas cosas del ayer y, en lo que respecta a este blog, lo musical es nuestro pretexto.

Sirvan estas líneas para compartir con ustedes queridos compas algunos recuerdos en esta FOTOHISTORIA musical de los años que cursé la preparatoria en el Instituto Patria que se ubicaba en la colonia Polanco, en esta Ciudad de México.




Los años cincuenta del siglo pasado fueron para México muy dinámicos en el terreno de la música popular y sin duda, su influencia continuó al transcurrir de los años. El mambo y el cha cha chá gozaban su fulgor, el bolero continuó su hegemonía romántica reforzándose con los tríos;  la música española fue muy bien acogida, la canción italiana empezó a permear en las ideas musicales; la música ranchera se transformaba y volvía a la cima en las preferencias, mientras que se asomaba tímidamente en nuestro país un ritmo proveniente de nuestro vecino del norte que a los adolescentes cautivó con la premisa de libertad al  elegir la identidad que se ajustara a todos sus intereses y sueños: el rock and roll.

Con el final de la Segunda Guerra Mundial la supremacía americana fue imponiéndose en todas las actividades del mundo occidental. Todos miraban hacia Norteamérica con gran expectación, era inevitable  sustraerse a la tentación: la invasión cultural era irremediable. El auge económico que experimentaron las economías mundiales durante la posguerra, transformó las estructuras sociales de fuerte tradición conservadora. México no podía ser la excepción. El “milagro mexicano” arrastró a las grandes urbes (particularmente la ciudad de México) el estilo de vida imperante en Estados Unidos.

Los encargados de llevar  la voz del cambio eran los jóvenes. La influencia de los sectores marginados en Norteamérica (grupos de negros, chicanos, migrantes), fueron determinantes en la nueva concepción de la realidad: el mundo estaba cambiando y en consecuencia, las metas de la vida, los valores, las costumbres y la música también. Por vez primera los jóvenes en México tuvieron acceso a la palabra y la creación de música propia. En muchas de sus creaciones, se evidenció la descomposición del sistema político arcaico y represor, así como las debilidades de una sociedad llena de contradicciones e insalvables diferencias.

Recuerdo con especial encanto que el cine era parte fundamental de la vida cotidiana del capitalino de aquella época. Eran grandes salas cinematográficas de brillantes marquesinas, amplios vestíbulos y pantallas gigantes, algunas muy lujosas y otras no tanto. Los considerados como cines de primera categoría se encontraban por los rumbos de la  Alameda Central y del Paseo de la Reforma dedicados a exhibir estrenos. Las películas mexicanas tenían un circuito muy amplio de distribución en las calles de San Juan de Letrán o Fray Servando Teresa de Mier (en esa época  cuando menos había una sala por modesta que ésta fuera en cada barrio).




La modernidad en la pantalla grande  no se hacía esperar, pues para 1953 el Cine México exhibió por primera vez en nuestra ciudad una película en 3D: La Casa de Cera así como también la primera en formato de Cinemaescope y sonido estereofónico. ¿La recuerdan? Claro, se trata de El manto sagrado.




Tal vez algunos de ustedes recordarán una práctica usual de esa década y de la siguiente al exhibir un cortometraje o caricatura antes del platillo principal. Cuando se trataba de películas producidas por MGM  estaban Tom y Jerry; para Universal  no podía faltar el Pájaro Loco; con la Warner Bros.,  desde luego  Bugs Bunny o el Pato Lucas; con los estudios Columbia aparecía el perro Motita. También era recurrente retomar pequeñas series en episodios como Los Tres Chiflados, La Pandilla o El Gordo y el Flaco en el Cinelandia.

Para la juventud inquieta -sobre todo clase mediera- las novedades musicales a su gusto las encontraban en emisoras como Radio 590, Radio 6.20 (la sintonizaba en compañía de mis amigos para estudiar o hacer las tareas), Radio 660, Radio Éxitos o Radio Mil. Aquellas estaciones basaban en mayor o menor medida su programación en las listas del Billboard de los  Estados Unidos y gran parte de su éxito lo debían a los números  musicales que difundían como exclusividad. Radio 6.20 olvidó  su condición de  estación “chica” y obtuvo mucha notoriedad al enfocarse en captar exitosamente a la población estudiantil, por ejemplo los alumnos de la UNAM tenían su programa “Azul y Oro” bajo la conducción de Sergio Romano que con el tiempo se convirtió en un  periodista, escritor y conductor de TV muy reconocido, mientras que el IPN tenía su programa “Ateneo Miguel Bernard”, cuando sus autoridades lanzan la convocatoria para seleccionar el que sería el Himno de esa casa de estudios, formó parte del jurado Víctor Blanco, Gerente de XENK.  Su programa de las 14:00 hrs. Café Concierto patrocinado en esa época por la Casa Veerkamp era un referente obligado para escuchar las novedades del Hit Parade en distintas partes del mundo.


El frenesí juvenil no pudo escapar del celuloide y un cine dirigido específicamente a ellos arribó a nuestras pantallas. En 1955 el cine Roble exhibió Semilla de maldad, como bien saben, aquí se escuchó Rock around the clock con Bill Halley y sus Cometas cuando aparecen los créditos de la película. El cine Polanco y el Mariscala en ese mismo año exhiben la cinta Cómo usar las curvas en la que la actriz Sheree North baila Shake Rattle n’ Roll, un año después proyectan Al compás del Rock  y un año más tarde Rock, rock, rock bamboleo frenético y Tú sabes lo que quiero. Para 1958 el cine Roble exhibe Prisionero del Rock ‘n Roll  y Las Américas proyecta Melodía Siniestra. En esas cintas la chamacada interesada y afortunada -pues no estuvieron mucho tiempo en cartelera- pudo conocer a Elvis Presley, Little Richard, Gene Vincent y sus Blue Caps, The Platters, Teddy Randazzo, Chuck Berry, LaVern Baker, Clyde Mcphatter, The Moonglows, Frankie Lymon y sus Adolescentes, Fats Domino, Eddie Cochran, entre muchos otros. Aunque no podemos olvidar que en 1957 The Platters se presentaron con mucho éxito en el Teatro Politeama.


Mientras que en la Unión Americana durante 1958 se podía respirar una muerte que ni fue oficial ni fue anunciada, la del espíritu del rock and roll: El “Rey” Elvis, estaba uniformado y reciclado;  Chuck Berry se ensombrecía  por sus vicios; un Jerry Lee Lewis acusado de pervertir  jovencitas; y un Little Richard descafeinado por su fanatismo religioso; verdaderas estocadas a esos personajes que los más conservadores   señalaban como nocivos para la sana juventud. Por su parte, nuestro país esperaría dos años más a que su mercado potencial de jóvenes fuera económicamente atractivo para que los rocanroles (pasados o recientes) se grabaran en español y en buena cantidad en estas tierras aztecas.

El mercado de jóvenes quinceañeros estaba enloquecido por recibir  nuevos ídolos que sin más ni más  inundaron el escenario musical y por supuesto apegándose a las buenas costumbres.  Nombres como Pat Boone, Ricky Nelson, Paul Anka, Bobby Darin, Frankie Avalon, Everly Brothers, Bobby Vinton, Tommy Sands, Bobby Rydell, Neil Sedaka, Gene Pityney, Ray Peterson o  Brian  Hyland,  supieron conectar baladas de amor directamente con los sueños y angustias del adolescente.  La legión femenina la encabezaban Brenda Lee, Connie Francis, Connie Stevens, Linda Scott, Teresa Brewer, Jodie Sands, actrices como Sandra Dee, Tuesday Weld contribuyeron a alimentar con su presencia en la pantalla o en el disco las fantasías convencionales de millones de jóvenes de todo el mundo.

A mediados de la entrañable década de los 50’s, se inició la construcción de la iglesia de San Ignacio de Loyola (por cierto, siguiendo la tradición europea todo colegio católico debía contar con una capilla; sin embargo, como no era posible edificar una al interior del Patria, se consiguió un terreno cercano para tal fin). Con el paso de los años la iglesia abrió sus puertas para recibir a la gran comunidad familiar que formábamos (y seguimos formando) en el Patria…
Hace 55 años terminé mis estudios de preparatoria en el Instituto Patria. Sin embargo, a pesar de todos estos años, aún están presentes en mí los recuerdos de aquella etapa maravillosa de mi vida. En aquella escuela me encontré con mis profesores y compañeros de clase… Puedo asegurarles que desde entonces -quizá en diferentes formas-, decidimos caminar juntos por la vida. Y en eso estamos… Quo Melius Illac, buscar lo mejor.


Por cierto, seguimos siendo jóvenes de corazón.


Guillermo Alducin Varela

Generación 58'


Mayo, 2013.







Estas son algunas canciones que nos permiten decir…Gracias por el Recuerdo.

Too young, composición de Sidney Lippman y Sylvia Dee que alcanzó el millón de ventas durante 1951 en la extraordinaria versión de Nat King Cole con el respaldo  orquestal de Les Baxter.



Singin' in the Rain, una de mejores  comedias musicales proyectadas en la pantalla grande en 1952, protagonizada por Gene Kelly, Donald O’Connor y Debbie Reynolds. La canción tema fue escrita en 1929 por Arthur Freed y  Nacio Herb Brown.



Sh-Boom, una de las canciones doo wop más recordadas de 1954 es  la versión por  The Crew Cuts que se impuso en las listas de popularidad a la grabación realizada primeramente  por The Chords.



Love is a many splendored thing,  tema central de la cinta Angustia de un querer  como se conoció en México en 1955, una de las versiones cantadas mejor logradas en aquella temporada fue la realizada por  The Four Aces.  Esta balada  fue compuesta por  Sammy Fain y Paul Francis Webster.



A sweet old fashioned girl,  una de las cantantes consentidas del sello Coral Teresita Brewer con una de sus interpretaciones más populares de 1956.



With all my heart,  de muy  breve carrera musical  la estupenda  voz de la cantante Jodie Sands nos ofrece su mayor éxito de 1957.



He’s mine,  en febrero de 1957 The Platters se apuntaban un éxito con esta canción que  además incluyeron en una de sus participaciones cinematográficas, la curiosidad de este número es que lo interpreta su integrante  femenina Zola Taylor.



King Creole,  canción que da título a la película de 1958 que se conoció  en México como Melodía Siniestra, marcaría en definitiva a Elvis Presley, pues doce días después de terminar la cinta se enroló en el ejército.



High class baby, un ejemplo de los considerados rocanroles  contestatarios fue este número del británico Cliff Richard en 1958, uno de los sencillos llamados de dos caras “A” (La mantequilla / Presumida).



Since  I don’t have you,  una de las baladas que bien puede identificar toda una época es sin duda esta grabación de 1958 realizada por The Skyliners.



 As time goes by,  canción gratísima que asociamos a la película Casablanca de 1942 aunque fue compuesta por Herman Hupfeld en 1931, muchas son las versiones que han desfilado a lo largo del tiempo. Una de las más exclusivas en Radio 6,20  fue esta grabación de Johnny Nash para el sello ABC Paramount en 1958.



Nel blue dipinto di blu,  triunfadora de la edición de 1958 del Festival de San Remo, esta  grabación significó para Domenico Modugno ser considerado el ejemplo de la canción moderna italiana.



Why, el baladista Frankie Avalon colocó un número uno en las listas del Hit Parade de 1959 con esta composición de la mancuerna Marucci/De Angelis.



If I give my heart to you,  una balada muy recordada en la voz de Doris Day durante 1954. Les presentamos una estupenda versión realizada en 1959 por el trío The Teddy Bears, cabe señalar que uno de los miembros de este grupo era Phil Spector, quien en la siguiente década revolucionaría la música Pop con el llamado “Muro de sonido”.



If I had a girl, comenzaba 1960 y Rod Lauren lograba su único éxito con esta gratísima  balada para el sello RCA Victor.



Young at heart,  canción escrita por Johnny Richards y Carolyn Leigh para ser estrenada por Frank Sinatra en 1953, un año después le daría título a la película que protagonizó junto a Doris Day. Para dar fin a esta entrada e ilustrarla lo mejor posible, disfruten de esta rara versión del Viejo Ojos Azules con diálogo inicial.









miércoles, 17 de abril de 2013

EL SER HUMANO DETRÁS DE LA MÚSICA



Agradecemos al Ing. Érik Castañeda De Isla Puga permitirnos reproducirles una de sus colaboraciones para el Boletín Matemáticas y Cultura que se publica internamente en la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Por su extensión se las presentaremos en dos entregas.
 
Una de las bellas artes es la música, para mí la más bella de las artes. Bien sabemos que al escuchar una melodía o una canción su efecto puede ser el transportarnos en el tiempo y en el espacio. Una pieza musical puede hacer que recordemos a una persona amada, algún acontecimiento importante, o todo lo contrario, un hecho desagradable o algún sujeto que nos retorcía el hígado con su presencia. Hoy día también se le atribuyen a la música, efectos curativos o ser una buena ayudante en el aprendizaje. En lo que sigue intentaré describir algunas historias relacionadas con selecciones musicales. El objetivo es reflexionar en los compositores o en las situaciones que motivaron su creación. Debo aclarar que lo que referiré no ha sido verificado, ni creo que se pueda en muchos casos corroborar; es decir, si esta fuera una nota periodística, no tendría validez como para afirmar que es totalmente veraz. Algunas de estas historias las he escuchado en la radio o en programas televisivos, otras las he leído en algunas publicaciones escritas en libros, periódicos o más recientemente en páginas de la red. Es muy probable que algo de lo que se dice haya sido cierto pero como sucede cuando nace una leyenda, al contarse el cronista le aumenta de su cosecha algo para hacerla más espectacular. Por ello, no deben tomarse como verdad absoluta. Comenzaré hablando de quien en mi gusto o criterio, ha sido el ser humano que ha creado la música alcanzando casi la perfección:
 
 
 
 
Nosotros de Pedro Junco (1920-1943) Se trata de un bolero que ha sido grabado innumerables veces. La historia de su creación también es trágica y está nuevamente relacionada con la muerte. Se dice que el bolerista cubano Pedro Junco enfermó gravemente de tuberculosis y que al saber que su final era inevitable y muy próximo, dedicó esta canción a su novia. Con esto pueden comprenderse las frases “Debo decirte algo que quizás no esperes, doloroso tal vez …Nosotros, que nos queremos tanto, debemos separarnos, no me preguntes más … “ Se menciona que la canción fue grabada, se convirtió en éxito y poco después falleció su autor.
 
 
La Chica de Ipanema de los brasileiros Antonio Carlos Jobim (1927-1994) y Vinicius de Moraes (1913-1980). Esta selección tiene una historia bastante curiosa. Por allá por los inicios de los años sesenta, se reunían casi diario en el Café Veloso en las playas de Río de Janeiro, entre otros amigos, el poeta Vinicius de Moraes y el músico Antonio Carlos Jobim o Tom Jobim como también se le conoce. Se menciona que frecuentemente pasaba cerca de dicho café una escultural chica (17 años) Heloisa Eneida Menezes Paes Pinto (nacida en 1943), dirigiéndose a la playa en donde acostumbraba tomar el sol. Ella fue la musa que inspiró a los artistas para componer esta canción que en las referencias se menciona como una de las más escuchadas y grabadas por muchos artistas y en incontables idiomas. Lo curioso del asunto es que al ser grabada, de inmediato se hizo popular en Brasil y quien la había inspirado la cantaba sin saber que su belleza había sido el motivo de su composición. Cerca de tres años después y cuando la popularidad ya era internacional, se hizo público el nombre de la joven a quien ofrecieron de inmediato el ingreso a la industria del espectáculo, pero su padre era un general de ideas muy conservadoras y su novio, posteriormente su esposo, muy celoso y juntos, le impidieron la aceptación de dichas ofertas. Para que el mundo conociera esta selección también se describe otra situación singular: El saxofonista norteamericano Stan Getz (1927-1991) estaba empeñado en introducir al mercado norteamericano el género musical que estaba de moda en los países latinoamericanos, el bossanova. Para ello, invitó a algunos artistas brasileiros a grabar esta canción. Entre ellos Joao Gilberto, excelente guitarrista y cantante; sin embargo, el problema que veía Getz es que Gilberto solamente cantaba en portugués y se consideraba que para atrapar el gusto de los norteamericanos era necesario que esta música fuera interpretada en inglés. Joao sugirió entonces que su esposa Astrud Gilberto (nacida en 1940), quien hablaba correctamente el inglés, podría grabarla, aunque ella no era cantante profesional. Al escucharla, Stan Getz dijo “Esta chica no canta ni el Ave María” No obstante esta opinión, los músicos lo convencieron de que su voz se escuchaba muy bien. Finalmente la canción fue grabada y se convirtió en un éxito extraordinario que logró la introducción de la música brasileira a Norteamérica y, con ello, a todo el mundo, además de abrirle las puertas a Astrud Gilberto convirtiéndola en una cantante muy popular hasta nuestros días. Se dice que Astrud se separó de Joao y se unió a Stan, sin llegar al matrimonio. Esto último sólo lo escuché alguna vez en la radio y no he podido encontrar otra referencia, por lo que queda en el terreno de la especulación.
 
 
Hymne à l’Amour de Edith Piaf (1915-1963) A esta mujer se le considera la cantante popular más importante en la historia musical gala. Se le llamaba “El Ruiseñor de Francia” Tuvo una vida muy tormentosa desde su infancia. Hacia los finales de la década de los cuarenta, mantenía una relación amorosa con el boxeador argelino radicado en Francia, Marcel Serdan (1916-1949). Durante una gira artística que realizaba Edith por Nueva York, Marcel tuvo que permanecer en Europa para cumplir con un compromiso pugilístico. Al terminar el combate, de inmediato se dirigió al aeropuerto de Orly para embarcarse con rumbo a Nueva York y así reunirse con Edith; sin embargo el destino tenía otros planes y el avión se accidentó ocasionando la muerte de Marcel. La noticia fue impactante para Edith, quien escribió el “Himno al Amor”(Hymne à l’Amour”) como recuerdo y en honor de Marcel. La canción alcanzó enormes niveles de popularidad y ha sido interpretada por muchos artistas de talla internacional. Fue traducida al inglés y se conoce como “If you love me really love me” aunque lo que se dice en inglés se aleja de lo que quiso decir el corazón de Edith Piaf.
 
 
Bésame Mucho de Consuelo Velázquez (1916-2005). Ésta es quizás la canción popular mexicana más conocida y, por lo tanto, más grabada y escuchada en todos los rincones de nuestro planeta y en todos los tiempos. Hay grabaciones de The Beatles, de Frank Sinatra, de Julio Iglesias, etc. Incluso el ídolo más importante que ha existido en el espectáculo en México, Pedro Infante, la grabó en español y en inglés. Lo que la misma Consuelito, como se le conocía cariñosamente, decía, es que la compuso a los 19 años cuando ella no había besado aún a nadie.
 
 
Se Te Olvida o La Mentira de Álvaro Carrillo. El ingeniero oaxaqueño Álvaro Carrillo (1921-1969), egresado de Chapingo, desde muy temprana edad tenía como afición la música y ya mostraba sus dotes de compositor. La popularidad le llegó cuando Pepe Jara “El Trovador Solitario” (1928-2005) se convirtió en su intérprete. Álvaro escribió la canción de referencia y la tituló “Se Te Olvida”, solamente que la vida dio un vuelco y la llevó por un camino insospechado. Durante un viaje de Carrillo, en su ausencia y por solicitud de Ernesto Alonso “El Señor Telenovela” (1917-2007), Pepe Jara le presentó dicha canción para ser utilizada como tema de la telenovela “La Mentira” que estaba en producción. Al escucharla, Alonso se entusiasmó con ella pero quiso que se grabara con el nombre de la telenovela. Pepe Jara aceptó, considerando que esto le abriría las puertas de la popularidad a la música de su amigo Álvaro pues ese género de historias de televisión era devorado por el público televidente, así que sin el consentimiento del autor el título fue cambiado.
 
 
Pensaba en ti de Enrique Guzmán (Caracas, Ven. 1943). Enrique entró al mundo del espectáculo como vocalista de un conjunto de rock and roll, Los Teen Tops. Con su voz se hicieron populares una cantidad considerable de selecciones: El rock de la cárcel, La plaga, Confidente de secundaria y un largo etcétera. Antes de convertirse en ídolo juvenil, quizás el más popular de ellos, su papel como vocalista del grupo lo hizo muy conocido entre los jóvenes de aquella época. Él mismo cuenta que durante una actuación conoció una chica muy hermosa que parecía haber caído en sus requerimientos amorosos; sin embargo, al paso de muy poco tiempo, la chica ya estaba cariñosa en los brazos del guitarrista del mismo conjunto, Jesús “Tutti” Martínez (México, 1942). Lleno de desilusión, Enrique se dio a la tarea de escribir la canción “Pensaba en ti”, aun cuando él en sí no es compositor. En la letra de dicha selección puede notarse el despecho del artista:

“…supiste cómo actuar, lo hiciste bien
Ya vuelves a tratar, no sé ahora con quién
A mí sólo me queda algo de hiel” …

“Yo no puedo mentir, bonita eres
Serías digna mujer de un gran marqués,
Sólo un problema hay, caray
Que ese marqués no quisiera ser yo”.
 
 
Solamente una vez. Agustín Lara (1897-1970) es, sin lugar a dudas, el más notable compositor de música popular mexicano. Su repertorio es conocido prácticamente en todo el mundo. Su obra es muy extensa y variada y existen muchos mitos y leyendas alrededor de su imagen. Incluso no hay certeza ni de la fecha de su nacimiento ni del lugar en donde vio la primera luz. Él se declaraba nativo de Tlacotalpan, Veracruz; sin embargo hasta se han mostrado copias de supuestas actas de nacimiento en las que se señala como origen al Distrito Federal. Lo cierto es que la duda persiste pues estas “evidencias” han sido diversas con distintas fechas de nacimiento y signadas por varios representantes de la ley. No olvidemos de que su nacimiento se sitúa hacia finales del siglo XIX o principios del siglo XX y no se tenía una muy buena organización en los registros civiles. Independientemente de esto, el conocido como “músico, poeta” se convirtió de un ignorado pianista de burdeles al compositor popular más importante no sólo de México, sino de Iberoamérica. Se dice que el tenor José Mojica (1896-1974) de manera inesperada anunció su retiro del ambiente artístico en el cual estaba teniendo un éxito considerable, para recluirse en un convento. La noticia fue demoledora y cayó como una bomba entre sus admiradores y seguidores. Es entonces que “el flaco de oro”, como se conocía a Agustín Lara, decide escribir “Solamente Una Vez” dedicada a Mojica y a su vocación. Al escuchar las palabras escritas por Lara, puede pensarse que están dirigidas a una mujer que representa el único y más grande amor: “una vez nada más se entrega el alma, con la dulce y total renunciación. Y cuando ese milagro realiza el prodigio de amarse, hay campanas de fiesta que cantan en el corazón …” Ahora bien, cuando se conoce el motivo por el que se escribió se entiende perfectamente que sí puede tratarse de la vocación sacerdotal. Es notable como el manejo del lenguaje de Lara consigue que la canción también pueda utilizarse para declarar un amor apasionado más terrenal. Para terminar con este comentario, José Mojica se convirtió en Fray José de Guadalupe y dejó definitivamente la farándula en el plan profesional, aunque por solicitud de sus superiores se presentó en diversos recitales como parte de obras de caridad o para recabar fondos.
 
 
Penélope. La música de esta selección fue compuesta por el músico catalán Augusto Algueró (1934-2011) y la letra por el también catalán Joan Manuel Serrat (1943). La intención de Algueró al escribir esta pieza era su participación en el Festival Mundial de la Canción de Río de Janeiro.en el año 1969. Para su presentación se pensó en Serrat como interprete ya que empezaba a ganar celebridad en Europa. El representante de Serrat lo consideró adecuado pues con ello podría ingresar al público de América, solamente que faltaba poco para la celebración del festival y la canción no tenía letra. Por ello Serrat confiesa que Algueró lo encerró para que sin distracciones ni dilaciones, dedicara tiempo completo a la terminación de la susodicha letra. Finalmente la canción fue premiada y también se consiguió que Serrat fuera conocido en este lado del mundo. Sin embargo, esta selección trajo dos consecuencias. La primera para el mismo Serrat quien con esta participación agrandó la grieta que se había formado entre él y sus seguidores catalanes quienes no le perdonaban su intervención en otro festival, éste el de Eurovisión en 1968 con la canción La, la, la; pues la había interpretado en castellano y había grabado en este mismo idioma. No olvidemos que en España existe aún y así ha sido por siglos, un regionalismo feroz. No siempre entendemos, por ejemplo, que en el llamado “clásico español de futbol” entre los poderosos equipos Barcelona Y Real Madrid, no solamente interviene una rivalidad deportiva sino que va mucho más allá. En la época en que se presenta Penélope en Rio todavía estaba en el gobierno español Francisco Franco (1892-1975) que con actitudes dictatoriales había incrementado este tipo de problemas. Serrat intentando aminorar estas reacciones, después de haber participado en Eurovisión, grabó la misma selección La, la, la, en catalán pero lo que consiguió fue que esta interpretación fuera vetada por la radio española. En fin que con el paso del tiempo Joan Manuel ha recuperado a muchos de sus seguidores catalanes pero aún los más recalcitrantes lo consideran un traidor. La segunda consecuencia que trajo Penélope fue que muchas niñas españolas que nacieron en esa época fueran bautizadas con ese nombre, entre ellas la actriz hispana más conocida en nuestro tiempo Penélope Cruz (1974- ) ganadora de un premio Óscar en 2008 por la película Vicky Cristina Barcelona.
 
 
Tiempo. La canción a la que me referiré es conocida por la interpretación de Marco Antonio Muñiz “El Lujo de México” (1933 - ) y José José “El Príncipe de la Canción” (México, 1948). El origen de ella es un poema escrito por Renato Leduc (1897-1986) como motivo de un reto. Se dice que en una clase en la Escuela Nacional Preparatoria, un compañero de Leduc y él se escribían una palabra o una frase con la que se debía completar un poema. A Renato le dieron una hoja con la palabra “tiempo” y terminó la clase sin que él pudiera hacer algo. Quien sugirió la palabra se burlaba pues le decía que estaba comprobado que dicho vocablo no rimaba con ninguno otro en el castellano. Leduc se sintió retado y comprobó que, efectivamente, tiempo no tiene rima con ninguna otra palabra; sin embargo, con un enorme ingenio compuso un poema en el que hace rimar dicho vocablo tiempo consigo mismo, poema que algunos años después musicalizó Rubén Fuentes (1926 - ) para que después de un “tiempo” fuera grabada por los dos artistas ya mencionados, convirtiéndola en un éxito.
 
 
En fin, detrás de la música existe el ser humano que la creó y es muy interesante cuál fue la motivación para llevar al papel pautado su inspiración. Lo que aquí presento es una pequeña muestra de las historias adheridas a selecciones musicales que nos han hecho vibrar. Como he mencionado, algo de lo aquí referido debe haber sucedido y algo también debe haber sido aumentado por quienes lo contaron. Lo cierto es que existen seres humanos con talento suficiente para componer música en la que va impregnado el sentimiento de sus creadores.