Hola amigos, el día
de hoy a través de los sonidos del mariachi, de la marimba, del arpa, de la
guitarra, del salterio o de grandes voces recordaremos aquellos sonecitos
alegres, canciones bravías o sentimentales y de nostalgia campirana que
marcaron el paisaje sonoro de México por muchas décadas. Confiamos en que
disfrutarán este espacio musical. Reciban saludos cordiales. Nos despedimos con un diálogo de la película
Amapola del camino (1937) “Ora músicos trompas de hule, no se hagan roscas y a
darle”.
BIENVENIDOS
En este lugar se encuentran reunidos nuevamente el tiempo, la música y nuestros recuerdos...Iniciemos este maravilloso viaje al ritmo de las canciones y melodías de la Música sin Final...Déjese llevar por el mágico sonido que envuelve milagrosamente, ese algo que creíamos olvidado, pero que sigue ahí escondido en algún lugar, sin límites...sin final...¿Quiere saber en dónde está ese lugar?...Habita en su recuerdo y está más allá de la música...¿Nos hace el honor de acompañarnos?...Gracias.
Sus amigos,
Ricardo y Alejandro Martínez Arreola
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