En el horizonte sureño de Montgomery, Alabama, el 17 de marzo de 1919
nació uno de los máximos exponentes de
la canción popular americana, quien con su arte, empeño y dedicación,
contribuyó notablemente a crear un espacio de respeto y dignidad para la
población de color en los Estados Unidos durante la primera mitad del siglo XX,
época caracterizada por la discriminación racial y la casi nula aceptación
pública de la comunidad negra. Nos referimos a Nathaniel Adams Coles, mejor
conocido como Nat King Cole.
Para hacer frente a la precaria situación económica que atravesaba la
familia Cole, el reverendo Edward Coles (padre de nuestra estrella) decidió
trasladar a su familia a la ciudad de Chicago, lugar en el que atendería los
oficios religiosos de la iglesia a la que pertenecía.
El pequeño Nat recibió de su madre Perlina Adams las únicas lecciones de
piano que tomaría a lo largo de su vida y con tan sólo cinco años de edad,
realizó su primera presentación en público. Durante los años 30’s se integró al
sexteto musical “Eddie Coles Solid Swingers”, encabezado por uno de sus
hermanos. En esa época conoció a su primer esposa (Nadine Robinson), quien era
una bailarina del Club Panamá, ubicado en la ciudad de Chicago, famosa en ese
entonces por ser una de las más representativas mecas del jazz y del blues,
ritmos característicos de la época.
El tiempo siguió su marcha y el joven Nat buscó nuevos horizontes en la
ciudad de Los Ángeles. Después de incursionar en diferentes agrupaciones de
carácter instrumental, tuvo la oportunidad de formar el famoso “The Nat King
Cole Trio”. Al iniciar la década de los 40’s realizó algunas grabaciones
discográficas al lado de connotados artistas de jazz como Lester Young, Harry
Edison y Dexter Gordon. Gracias a esos
registros fonográficos, en 1943 Johnny
Mercer (alto ejecutivo de la recién formada disquera Capitol) lo escuchó a través de la radio. El productor
de la prestigiada casa discográfica quedó gratamente complacido con la textura
de voz del entusiasta joven y de inmediato le ofreció un atractivo contrato
para ingresar a su elenco como artista exclusivo. Años después se
reconocería a la Capitol como la “Casa
que Nat construyó”.
En 1946 se convirtió en el primer cantante de color en tener su propio
programa de radio transmitido los sábados por la tarde cuya duración fue de
cuatro años. En los años siguientes Nat y su trío acumulan una cosecha de
exitosos temas como It's only a paper
moon, Route 66 y a (I love you) For sentimental reasons.
En lo sentimental, las cosas para Nat no iban nada bien y así, en 1947
se divorció de su esposa Nandine. Sin embargo, un año después contrajo
matrimonio con Maria Ellington, a quien conoció
en un Club de Nueva York. Mientras su carrera estaba en ascenso, la
Capitol exigía mucho de Nat, haciéndolo grabar en tan sólo 6 meses 80
canciones, cifra que rebasa en exceso lo
que muchos artistas graban a lo largo
de su carrera.
Una de sus canciones preferidas y que le dieran el encumbramiento
definitivo fue sin lugar a dudas Nature Boy, la cual le fue presentada por su
autor, el excéntrico Eden Ahbez y
grabada en 1948 alcanzando el número uno en las listas de popularidad durante siete semanas (en esa
epoca Nat y Maria) pasaban su luna de miel en México. A su regreso a los
Estados Unidos, la joven pareja decidió vivir en un vecindario de selecto
estilo inglés, área restringida a gente blanca, por lo que el rechazo era
inminente e incluso, los vecinos solicitaron que sus viviendas fueran
protegidas por policías. Lo grotesco ocurrió cuando el perro de la familia de
Cole fue envenenado y la palabra despectiva “negro” fue plasmada en el jardín
de su casa. Sin embargo y después de
muchas humillaciones por fin fueron aceptados.
A finales de los 40’s y principios de los 50’s del siglo pasado, las
mejores orquestas y directores de la Capitol
hacían fila para acompañar a Nat. Entre los más memorables destaca los
arreglos de Carlisle Hall para “Portrait of Jennie”; Stan Kenton con “Land of
Love” y “Lush life”; los gratos arreglos
de Les Baxter para “Mona Lisa” y “Too Young”;
Billy May lo acompañó en “Walking my baby back home” y la excelsa
orquesta de Nelson Riddle recreó magistralmente “Inolvidable”, “Smile” y
“Pretend”. En esta etapa Nat King Cole
era conocido como: “El hombre de la voz de terciopelo”.
En 1956 se convirtió en el primer cantante de color en tener su propio
programa de televisión, en el que se daban cita la crema y nata del jazz de
aquel entonces. Sin embargo y pese al éxito de la emisión, los problemas
originados por la discriminación racial seguían acrecentándose: el golpe bajo
venía de parte de los patrocinadores, quienes ejercían una fuerte presión a la
televisora pues temía que la gente blanca dejara de comprar sus productos.
Logrando vencer estás adversidades, la emisión se transmitió al aire durante 68
semanas.
La década de 1960 recibió a Nat
King Cole con la celebración de sus 50
millones de discos vendidos. En agosto de 1962, más de 900 invitados se dieron
cita en el Salón Embassy del Hotel Ambassador de Los Ángeles para otra magna
celebración: sus 25 años de vida artística. Entre los regalos había un
micrófono chapeado en oro que era utilizado por Nat en el lejano año de 1943.
La fiesta fue amenizada entre otros por Patti Page, Rosemary Clooney, Steve
Allen y Mahalia Jackson. Se leyeron telegramas de felicitación enviados por el
Presidente de los Estados Unidos y por el Gobernador de Los Ángeles. El fruto del esfuerzo y persistencia lo
consolidaría al lado de su familia compuesta de 5 hijos y de su esposa Maria.
En cuanto a su filmografía, Nat consideraba que lo mejor de su carrera
había sido representar en el cine al compositor de San Louis Blues, W.C. Handy.
Además de participar en Cat Ballou junto a Lee Marvin y Jane Fonda, algunas otras actuaciones fueron apariciones
cantando alguna canción.
Gracias al éxito que alcanzó en 1964 su interpretación al tema
“Love” de la inspiración de Bert
Kaempfert, la Capitol decidió que su estrella continuara las sesiones en los
estudios de grabación para completar el nuevo acetato. Cuenta Ralph Carmichael
que el ánimo de Nat era irritable, exigió que los arreglos fueran cambiados en
varias ocasiones, cuestión que causó mucha extrañeza entre los músicos. Por fin
se concluye el disco entre el 1 y 3 de diciembre de
1964. Nat fue internado el 7 de diciembre en un Hospital de Los
Ángeles y recibió la noticia de que
padecía cáncer pulmonar, se le concedieron dos salidas, una en Navidad para estar con su familia y otra para dar un
paseo en automóvil frente al mar con su esposa Maria.
La enfermedad llenó con sus sombras la vida de nuestra estrella en la
aurora de la segunda mitad de la estridente década. El desenlace final ocurrió
el 15 de febrero de 1965…
Seguramente allá, en algún lugar de la Gloria que Dios tiene reservada
para sus hijos, Nat King Cole sigue entonando con su peculiar estilo las
canciones que lo han consagrado como un artista INOLVIDABLE. Su recuerdo vivirá
en la memoria de las nuevas generaciones pues sin duda, su arte ha trascendido
MÁS ALLÁ DE LA MÚSICA.
Los dejamos con una selección musical registrada para el sello Capitol de uno de nuestros cantantes preferidos. Recordemos como lo presentaba
don Armando Rascón Salmón en Radio 6.20…Con ustedes el achocolatado Nat King
Cole…
I’ll never say never again, again, compuesta por Harry Woods, grabada en 1950 por el Trío de Nat King Cole.
Unforgettable, de Irving Gordon, su rúbrica en 1951.
Answer me my love, compuesta por
la tripleta Winkler-Rauch-Sigman,
grabadaa finales de 1953.
Come closer to me, de Osvaldo
Farres con letra en inglés de Al Stewart, este registro de 1958.
Non dimenticar, de Redi,
Galdieri, Dobbins esta grabación de 1958.
Tú mi delirio, de César Portillo de la Luz, grabada en versión
instrumental en 1958.
No me platiques más, de Vicente Garrido, año 1962.
Brazilian love song, de Ferreira esta grabación de 1962.
That Sunday, that summer, de la mancuerna de Joe
Sherman y George David Weiss esta
grabación de 1963.
L-o-v-e, del alemán Bert
Kaempfert, un hit de finales de 1964.
People, del binomio Jule Styne y Bob Merrill grabada en abril de 1964.
No hay comentarios:
Publicar un comentario