Entre
ríos claros, arroyos serpenteantes, enormes ceibas, verdes exuberantes, luna y
mar, casi tocando la frontera sur, fue como Amparo Montes definió el bello lugar donde nació: Tapachula, Chiapas…
Sin duda, aquel 24 de abril de 1924, quedará registrado con letras de oro en la memoria musical de
México.
Como casi
todas las familias de aquella época, la familia de Amparo tenía también la
grata costumbre de reunirse en casa en algún
momento del día para entonar con la compañía de una guitarra, las más alegres o sentimentales canciones de
su tierra.
Cuando el
padre de la joven Amparo sufrió una embolia, la situación económica de la familia
se tornó complicada y decidieron que no había
más remedio que iniciar el éxodo a la
Ciudad de México en busca de mejores horizontes.
La
inquieta Amparo en su afán por conseguir más ingresos y aliviar las penas
económicas familiares, decidió presentarse en la estación
XEQ durante el exitoso programa Quiero trabajar que conducía el locutor
Ramiro Gamboa. No habiendo vacantes que ofrecerle, al escuchar su voz, el
recordado Tío Gamboín le preguntó si
sabía cantar, a lo que la joven Amparo respondió que sí. Del piano de Chalo
Cervera surgieron las notas de la canción Altivez,
compuesta por Alfredo de la Parra y
nuestra homenajeada la recreó con su voz pasional. Aquella presentación dejó buena impresión en la
gerencia de la Q, pero pasaría más tiempo para encontrar una nueva actuación.
Esta vez se consolidó como “La revelación de 1941”.
Una nueva
oportunidad apareció de la mano del maestro José Sabré Marroquín. Con la
canción “Tres palabras” del compositor Oswaldo Farrés se le abrieron las puertas
de la famosa XEW y su promoción como “La voz pasional del Radio”. El éxito
le sonrió y a solicitud de don Emilio Azcárraga, utilizó el nombre artístico de
Amparo Montes. En ese entonces Lumiere “El cronista de las estrellas” escribió de ella: “Ha nacido en la radio una cancionera con la potencia de la voz de Toña la Negra y
la emotividad de Elvira Ríos”.
Cuando la
intérprete Consuelo Vidal no pudo acudir a un programa de radio de Agustín Lara
fue sustituida con Amparo. El inolvidable Flaco de Oro le pidió cantar “Nadie”
y “Limosna”… Al final de la presentación Lara expresó: Nadie canta “Nadie” como Amparo (por cierto, en la RCA Victor se
realizó una versión de esta canción con el propio maestro Lara acompañándola al
piano en 1946, aunque es justo decir, que la versión de mediados de los
cincuenta con los arreglos de Chucho Ferrer y el piano de Teté Cuevas fue insuperable).
Su
primera grabación en disco la realizó para el sello Okeh en 1944 con las
canciones “Dime por qué” de Federico Baena y “Juntito al mar” de Salvador
Rangel. Un año después grabó su primer disco en RCA Victor con la canción “Tu
boca y yo” de Gonzalo Curiel. En esos años realizó grabaciones para el sello Anfión
y Peerless, continuando más adelante en
CBS, Orfeón, Gas y por último Continental.
En 1945
le dedicaron la canción: “Amparo” que en los años cincuenta se cambió por el
nombre de “Cariño”. Este popular bolero
fue compuesto en letra y música por Arturo Neri a solicitud de Roberto Zendejas,
un antiguo novio de Amparo Montes cuando la relación amorosa de ambos se tornó
irreconciliable. Esta canción fue
grabada en 1946 por Lupita Palomera con el nombre de “Mi súplica”.
Su voz se
escuchó inicialmente en cine doblando a María Félix al interpretar “Tuya
soy” de la inspiración de María Alma
en la película “La mujer sin alma”(1944);
a Andrea Palma en la cinta “El Rosario” (1944) y a Elena D’Orgaz en “El
intruso” (1944). Apareció como cantante en algunas cintas como: “Así son ellas”
(1944) “Nosotros” (1945), “La edad peligrosa” (1950), “Cárcel de mujeres”
(1951) y “La vida de Agustín Lara” (1959).
Su
primera aparición en televisión la realizó en el programa “Ayer y Hoy” que
conducía Mario Gil y en el piano Raulito “El cartero del aire”. Siguieron “Variedades del medio día” con Manuel “El loco”
Valdés, “Espectacular Domecq” junto a Alejandro Algara, “La Hora Azul”
conducido por Pepe Ruiz Vélez. En los años setenta era una invitada frecuente
en “Nostalgia” con Jorge Saldaña y
compartió créditos con Fernando Fernández y Los Tres Diamantes en ”Noche de
boleros”. Aún se recuerda su participación en la telenovela “La pasión de
Isabela” que se transmitió por televisión en los años 80’s y desde luego, sus
actuaciones en el programa “Boleros y un poco más” en la señal del Canal 11, en
la última década del siglo XX.
La música
romántica de la llamada Época de Oro, encontraron en La Cueva de Amparo Montes, el espacio ideal para recrearla. El 4 de
septiembre de 1970 inauguró su primera Cueva en Avenida Morelos con el cuadro artístico de
Salvador García, José Luis Caballero, Jorge Fernández, Berta Cervera y Teté
Cuevas. En los años siguientes, La Cueva
de Amparo Montes se alojaría en
otros domicilios como en la calle de Mazaryk en Polanco, en la esquina de
Hamburgo y Florencia en la Zona Rosa, en Paseo de la Reforma y por último, en
San Jerónimo.
Amparo
era una estupenda conversadora. Poseía una memoria prodigiosa y dominaba un
repertorio como ningún otro cantante de su género. Gracias a ella nos pudimos
transportar a los tiempos viejos del México de ayer a través de su programa “Al
Amparo de un recuerdo” que transmitía “El fonógrafo del recuerdo” en el 790 de
la amplitud modulada.
En
diciembre de 1986 Margarita Michelena escribió en el periódico Excélsior un texto llamado “Cosas bellas” en
el que se lee: “Mas sólo Amparo se yergue
como la memoria de la época de oro de nuestra canción. Nadie como ella la
recuerda y la canta con todo su ser y toda su voz maravillosa. Una vida entera
consagrada a ese santo oficio de velar por un caudal de la mexicano que, sin
ella, se habría perdido o, cuando menos, olvidado, que viene a ser lo mismo.
Amparo: que por mucho tiempo todavía nos des tu voz y tu memoria, que por mucho
sigas rescatando lo que, sin ti, ya habría desaparecido entre el ruido
extranjerizante y un mundo que ya ni sabe recordar, qué no tiene que recordar”.
Recordamos
su presentación en Bellas Artes con motivo del homenaje a la obra de Agustín
Lara, organizado por el Gobierno del Estado de Veracruz en la segunda mitad de
la década de 1990.
También,
evocamos con especial encanto el momento en que tuvimos el gusto de estrechar
su mano en una de sus últimas presentaciones. En aquella ocasión se reinauguró
“El Estudio Azul y Plata” en la XEW y Amparo Montes, la inolvidable “Señora
Bolero”, recreó con su voz el repertorio de lo entrañable.
Por
cierto, en aquella ocasión, la gentil Amparo se detuvo en la butaca que ocupaba
nuestra madre y después de saludarse con un beso, se fundieron en un cálido abrazo…
Poco
tiempo después de aquella actuación, los medios de comunicación difundieron una
triste noticia: Amparo Meza Cruz, mejor conocida como Amparo Montes, murió el
12 de enero de 2002 de una afección pulmonar a los 77 años de edad.
Vanidad,
canción compuesta por Armando González Malbrán. Sello Peerless.
Nadie,
del músico poeta Agustín Lara. Sello RCA Victor.
Temor, una de sus canciones preferidas,
de la inspiración de Gonzalo Curiel.
Sello RCA Victor.
Inolvidable,
una joya en su reportorio es la
composición de Roberto Soto Mejía. Sello RCA Victor.
Deseo,
composición de Gonzalo Curiel. Sello RCA Victor.
Mi amor
por ti, de la inspiración de su amigo el compositor Miguel Pous, grabación en
la que se hace acompañar en el piano por el propio autor. Sello CBS.
Una
semana sin ti, del fino compositor Vicente Garrido. Sello Orfeón.
Pensando
en ti, del compositor Alfonso Torres. Sello Orfeón.
La cita,
de la inspiración de Gabriel Ruiz. Sello Orfeón.
No me
platiques más, de Vicente Garrido. Sello Continental.
La Cueva
(Amparo de amor), composición de Rodolfo Brito. Sello RCA.
Canciones maravillosas, allá por los años noventa del siglo pasado, nos reuníamos un grupo de jóvenes bachilleres y otros universitarios, que crecimos con la música y películas del cine de oro y nos pasábamos la noche escuchando música muy ajena a nuestra generación, tratando de recrear la bohemia del pasado y Amparo Montes era infaltable y mas su interpretación de estoy enamorado, que delicia.
ResponderEliminarUn abrazo afectuoso a todos los que aun nos embelesamos con todo lo bueno del ayer.