BIENVENIDOS


En este lugar se encuentran reunidos nuevamente el tiempo, la música y nuestros recuerdos...Iniciemos este maravilloso viaje al ritmo de las canciones y melodías de la Música sin Final...Déjese llevar por el mágico sonido que envuelve milagrosamente, ese algo que creíamos olvidado, pero que sigue ahí escondido en algún lugar, sin límites...sin final...¿Quiere saber en dónde está ese lugar?...Habita en su recuerdo y está más allá de la música...¿Nos hace el honor de acompañarnos?...Gracias.

Sus amigos,

Ricardo y Alejandro Martínez Arreola

viernes, 17 de diciembre de 2010

LOS AÑOS MARAVILLOSOS

Antes que nada, deseamos apartar nuestro comentario de cualquier cliché o idea romántica en que podamos incurrir. No es más que un mero ejercicio para que los recuerdos surjan de ese desorden en el que ocasionalmente quedan atrapados. Quizá por equivocación pertenecemos a una generación que conserva el interés por disfrutar de cosas que sucedieron en otras épocas y tal vez, con un dejo de tristeza, tenemos que reconocer que este discreto placer se irá con nosotros, los muchachos de antes, pues todo indica que no tiene significado alguno para quienes en la familia, vienen detrás.

Hemos tomado nuestro título de una de las dos series televisivas que han abordado en mayor o menor medida dos décadas importantísimas para muchos de nuestra generación. Toda recreación parte desde el núcleo primordial de la sociedad - la familia- y a su vez desde la óptica del miembro más joven de ella, el cual a manera de narración nos describe los acontecimientos políticos, económicos, sociales o de cualquier índole que influyeron directamente en su vida. Tanto Los años maravillosos (1968-1973) como Cuéntame cómo paso (1968-al parecer abordará los años 80’s) no sólo se convirtieron en una mirada nostálgica sobre el pasado, sino en una lectura idónea de aquel tiempo para las nuevas generaciones.

Los años sesenta forman parte de una de las más maravillosas décadas del siglo pasado, rica en sucesos, con una dinámica social y musical muy particular, mentiríamos si dijéramos que un acontecimiento o canción de aquéllos años no va aparejado a nuestros recuerdos. Tal vez sea una mezcla curiosa de lugares, hechos o personajes que en la esencia de sus ideales y ante la adversidad coincidían en un lugar común: el cambio y la negación de la realidad impuesta.

En el invierno de 1965 nuestros padres deciden construir lo que para bien o para mal sería su idea de una familia, con todas las dichas y accidentes que el abanico de las relaciones de pareja puede ofrecer.

Para los niños que nacieron en los últimos años de esa sutil mentira que los economistas e historiadores llaman el desarrollo estabilizador, los días y sus noches estaban llenos de magia y de color.

En aquel tiempo la ciudad se vestía toda de lila para recibir a la primavera y los niños caminábamos por sus calles llenas de historia y coloridas tradiciones, sin miedo y sin pensar siquiera en que la noche con todos sus murmullos nos pudiera sorprender lejos de casa.

Los barrios clasemedieros atestiguaban el crecimiento de la capital. La gente que había abandonado sus pueblos o rancherías en la lejana provincia (como aquel cenzontle que busca en donde hacer nido) se había encargado de formar el nuevo rostro de la capital azteca... El paisaje de antaño permanece en el recuerdo de esa generación tan vivos y tan presentes como en aquellos días de la infancia. Hace cuarenta años, los barrios populares de la ciudad de México eran muy diferentes a los de hoy. El paisaje urbano se engalanaba con los depósitos de petróleo y combustible para los calentadores de agua; también podían encontrarse varios expendios de carbón y pedacería de madera, sin que en estos menesteres faltaran las folclóricas pulquerías (la de la colonia se llamaba La judía) y piqueras en las que aún se conservaban restos de las sinfonolas cuarenteras. Desde luego que estos refinados y exclusivos lugares se encargaban de servir de oficina para el despacho de los negocios de los más célebres maestros de obra, medias cucharas, macuarrines y milusos que regenteaban la colonia. Sin pretender emular al gran Chava Flores, creemos que el lugar más extraño que podía encontrarse en el barrio en pleno arribo del sexenio en el que todos caminábamos como balas de cañón ¡arriba y adelante!, era el establo. Sí señor, un establo con todo y vacas aparecidas antes de la época del technicolor pues lucían majestuosas en blanco y negro.

Al iniciar la década de los 70’s, la mayoría de mexicanos se debatía ante la incertidumbre de los nuevos tiempos. Las profundas desigualdades económicas y sociales evidenciadas en la noche del 2 de octubre de 1968, se ceñían sobre el paisaje mexicano para llenarlo de sombras. La crisis del sistema era evidente.

En aquellos años nuestro México dejaba en el olvido las promesas de prosperidad del desarrollo estabilizador. Los muchachos de antes abandonaban la tranquilidad de los viejos e inocentes tiempos para ceder su lugar a los jóvenes rebeldes de la nueva ola que se estremecían con ritmos frenéticos, rocanroles y otras cosas loquísimas para ese entonces. De estas modas musicales, la pianista y connotada investigadora musical Yolanda Moreno Rivas, en su libro Historia de la Música Popular en México refiere: “El rock’n roll de Estados Unidos fue sobre todo una imagen social. Aunque se vio distorsionado por sus propias características comerciales, no dejó de simbolizar una mítica rebelión de la juventud en contra de sus valores establecidos… la juventud mexicana acogió el rock’n roll y pretendió asumirlo como propio, pero de él captó solo el comercialismo, dejando de lado el carácter de rebelión que se suponía implícito en la música e imagen de sus intérpretes originales”. Los hombres se debatían entre usar enormes copetes envaselinados o llevar un corte a navaja; las muchachas, más inteligentes por cierto, iniciaban su camino a la libertad instaladas en la ligereza y comodidad de las minifaldas que se habían impuesto como moda obligada.

El escritor recientemente desaparecido Germán Dehesa en su libro-espectáculo La música de los años platica entre muchas cosas: “Cuando tenía 20 años mi país ya no se hallaba. Habiendo perdido su pasado rural, hispánico y campesino, ahora estaba terco en parecer urbano, sajón e industrializado. Como en un sueño, me recuerdo hablando por teléfono a un programa que se llamaba "México canta y vive en sus canciones" para votar por Pedro Infante contra Jorge Negrete y para preguntar si me podían complacer con Cartas marcadas, del propio Pedro Infante. Ocho años después el programa había desaparecido y yo seguía hablando por teléfono, pero ahora a Radio 590, "La Pantera de la Juventud", para solicitar Eddy, Eddy o La Plaga o Agujetas color de rosa, cuya letra podría haber sido escrita por André Breton después de la lobotomía. Fueron Los Beatles quienes pudieron darme un diagnóstico preciso de mi situación histórica y espiritual; me había yo convertido en un Nowhere man”.


El mundo se ilusionaba con los viajes a la Luna y en las casas, los modernos televisores a color eran el centro de reunión… En fin, era una era en el que todos lucían formas psicodélicas bajo el embrujo hippiesco de un sueño de amor y paz.

En realidad, los que nacimos en esa generación, la de los sesentas, somos una generación afortunada. Tuvimos la fortuna de nacer justo en la mitad de ese doloroso camino de transformación que ha experimentado nuestra sociedad en los últimos 50 años. Por esta razón, a esa de-generación sandwich nos ha tocado pagar la factura que trajo consigo semejante revolución... Ah, pero eso sí, siempre acompañados del recuerdo de aquel tiempo que fue y que ya no regresará más pero que vive en un algo que se niega a morir y que habita en la música de los años maravillosos.


Que les parece si escuchamos algunos de los temas que fueron favoritos para la juventud de esos años en el formato discográfico que fijó sus sueños y esperanzas a 45 revoluciones por minuto.

Hagamos un rapidísimo recorrido sonoro por algunos programas, caricaturas, series y comerciales que se exhibieron en la televisión de aquellos años, a ustedes les toca ponerle imagen y por supuesto es solo un pretexto para recordar muchos programas más.

En 1973, justamente en la parte más alta en ese entonces de la FM nace Radio Universal, una de las emisoras que mejor se identifica con la música que en esta ocasión seleccionamos, por lo menos hasta mediados de los años 90’s fue nuestra gran compañera.

Te deseo amor, el trío irlandés Los Bachelors graba su versión en 1966 para esta inolvidable canción, obtuvo mucha popularidad en nuestro país.

Perdiendo la razón, composición de Teddy Randazzo y Weintein teniendo en 1964 su primera versión por Little Anthony y los Imperiales, Los Zombies hicieron toda una creación de este número en 1966.

Muriendo de tristeza, la siempre recordada grabación de Los Critters realizada en 1966.

Querida, en 1966 Los Asociados graban una de sus tonadas más recordadas.

Te veré en septiembre, en 1966 la popular agrupación Los Happenings grabó su versión para este número original de 1959 que inmediatamente los colocó en la cima de popularidad.

La lluvia , el parque y otras cosas, Los Cowsills en 1967 registraron su mayor éxito dentro de las listas del Hit Parade.

Cuando el amor toca a tu puerta, Los Monkees una popular agrupación musical que originalmente había nacido para la televisión, dentro de sus éxitos, éste de 1967.

Voltea y mírame, con esta grabación de 1968 Los Vogues se colocarían en el número 9 de las listas de popularidad, originalmente fue grabado por Glen Campbell en 1961.

Herido, Bill Deal and The Rondells grabaron este número que colocaron en el Top 40 de 1969.

No tienes que caminar bajo la lluvia, Las Tortugas fue un grupo musical con  muchos éxitos durante la segunda mitad de los 60’s, uno de ellos éste de 1969.

Fácil viene fácil se va, Bobby Shermann alcanzó el lugar número 9 de popularidad con esta grabación en el año de 1969.

Lo siento Susana, la mejor versión para este número fue sin duda la de Los Vasos y las Botellas realizada en 1970 ¿la recuerdan?

No olviden visitar nuestro canal en youtube.



























lunes, 8 de noviembre de 2010

MÚSICA SUAVE Y LUCES TENUES


Gabriel García Márquez en alguna ocasión comentó "Lo único mejor que la música, es hablar de música". El título de nuestro comentario de hoy en lo personal nos lleva por diferentes recuerdos. Primeramente, es el nombre de una canción escrita en los años treinta y que forma parte de las más de mil piezas compuestas por el talentoso Irving Berlin en más de medio siglo. ¿Quién era? Recurriremos a la máxima que Jerome Kern -otro grande en el terreno de la composición- utilizó para definirlo: “Irving Berlin no tiene un lugar en la música Americana- él es la música Americana”. Efectivamente amigos lectores, la canción que más ha vendido a lo largo de la historia es justamente de su inspiración y responde al nombre de Blanca Navidad por la que recibió el Oscar como la mejor canción en 1942 y se escuchó en voz del padre de los crooners Bing Crosby. No podríamos olvidar que cuando dio arranque el cine sonoro en todo el orbe en 1927 con El cantante de Jazz, la sensibilidad de Berlin estuvo presente con Cielos azules en voz de Al Jolson; además, la llamada Meca del Cine se nutrió en gran medida con sus canciones en las siempre nostálgicas comedias musicales que colmaron la pantalla grande en los años 30’s y 40’s principalmente. Quizá haya quedado muy lejano el año de 1907 cuando realizó su primera composición pero su indudable contribución a la canción popular se conserva hasta nuestros días.

En las amenas pláticas musicales que alguna vez nuestra familia solía tener, alguien dejó escapar el nombre de Everett Hoagland cuya orquesta era una de las principales atracciones del elegantísimo Club Ciro’s del Hotel Reforma. Los de más edad no dudaron en recordar el control remoto que la XEW realizaba desde dicho lugar en los años cuarenta, así como la evocación de la rúbrica a cargo de tan popular orquesta. Nos referimos a Música suave y luces tenues. Radio 590 a principios de los años 50’s tuvo un programa con este título utilizando la grabación de Hoagland en el sello Columbia (en esa época esta emisora como Radio 6.20 y Radio Mil manejaban un perfil de programación muy parecida, incluso algunos programas eran patrocinados para escucharse en las tres estaciones). Tanto la orquesta de Everett Hoagland que provenía de los Ángeles, California y compuesta por músicos norteamericanos (originalmente) como la orquesta del regiomontano Ernesto “el Pelón” Riestra (cuya eterna rúbrica fue Té para dos), alternaron para deleite de muchos en aquél lugar de pomposa aristocracia y aún hoy continúa siendo una pista de baile imaginaria para otros.

 


Con música instrumental hemos regocijado muchos años de nuestra vida, en especial con un estilo romántico que se abrió camino cuando la Era de Metal representada por las Grandes Bandas vivía en las décadas de los 30’s y 40’s sus mejores años, fue un concepto denominado Rapsodia para orquesta de cuerdas, melodías cuya instrumentación reflejaba la fuerza descriptiva de la música desde la primera impresión, que al paso de los años integraría entre otras cosas a grupos corales para realzar su belleza. Aquí encontramos a espléndidos directores como Leroy Anderson, George Melachrino, David Rose, Felix Slatkin, Otto Cesana, Hill Bowen, Vardi, Frank Chacksfield, Leroy Holmes, Victor Young, Alfred Newman, Paul Weston, Hugo Winterhalter, Mantovani, André Kostelanetz, Les Baxter, Percy Faith, Nelson Riddle entre muchos otros. Su preparación musical era de muy amplios estudios e incluso, algunos incursionaron en el terreno de la música clásica o bien pasaron de ésta a la música popular; en otros casos, su obra quedó además registrada en un sinfín de magníficas bandas sonoras o en arreglos para las mejores voces de la canción popular. A este género se le denominó para efectos comerciales como Mood Music (aquí, es donde se encontró un embrollo para clasificar todo lo que sonaba a instrumental, fue asociada -hasta hoy- erróneamente con términos que minimizaron su calidad como “música de elevador”, “música de super mercado” o simplemente “música ambiental”). En efecto, la empresa Muzak cuya fundación data de los años veinte y que son conocidos como los arquitectos del audio por crear un vínculo efectivo (con base en estudios psicológicos) entre sus clientes y los consumidores, razón por la que existe música creada o seleccionada para uso de las tiendas departamentales, empresas comerciales, hoteles, restaurantes, centros de atención telefónica, cafeterías, oficinas, conmutadores, etc. Cuentan además con un acervo musical muy extenso y valuado en varios millones de dólares en el que se incluyen a muchos exponentes de la música popular, entre ellos Elvis Presley. Contamos en nuestra discoteca con algunos ejemplares como simple curiosidad sobre la existencia de composiciones que tenían que ver con el nombre de artículos de línea blanca o de muebles, obviamente por orquestas formadas para estos fines. Eso, por supuesto no tiene que ver tampoco con que la música del Sonorámico Juan García Esquivel (ligado al lounge) se utilizara para probar el sonido de los discos y modernos aparatos estereofónicos de la RCA y aumentar las ventas de los mismos, o que se llegaran a escuchar éxitos del momento en alguna versión instrumental en espacios públicos como simple difusión.

Desde hace varias décadas la clasificación Easy listening abarcó tanto a las manifestaciones instrumentales como a las vocales de la música popular convirtiéndose en un inmenso costal de géneros, fusiones y calidades.



El acelerado ritmo de vida que caracteriza a nuestra época nos ha quitado un tiempo valioso para dejarnos llevar por la fantasía envuelta al ritmo de la buena música. Al escuchar esta bella selección de -melodías suaves- nos sentimos invadidos por una dulce sensación de irrealidad, de nostalgia, pero sobre todo de tranquilidad.

¿Por qué no hemos de soñar si la luz es tenue y la música suave? Los arreglos y las ejecuciones que hemos seleccionado, son especialmente propicios para alejarnos, aunque sea por unos instantes, del tedio de la rutina y de las preocupaciones diarias que nos abruman.

Lo invitamos a escuchar cada pieza aquí presentada a media luz… Soñemos.

Música suave y luces tenues, en la recordada versión de Everett Hoagland para el sello Columbia.




Polvo de estrellas, cuando Hoagy Carmichael compuso este número en 1927 vivía una amargura y desilusión amorosa, dos años después su amigo Mitchell Parish se encargó de la letra, les presentamos una de las versiones más exclusivas registrada en los años 50’s con Las Voces de Robert MacDonald para el sello RCA Victor.



Al fin mía, Otto Cesana es una de las orquestas de mayor refinamiento de los años 50’s, fue de los primeros en realizar grabaciones en alta fidelidad, su música sirvió para identificar diversas producciones en la XEW y en Radio 6,20. Aquí una de sus piezas más evocadoras en el sello Columbia.




Marea baja, la belleza y majestuosidad del mar se encuentran plasmadas en esta composición original de 1953 del mago del arpa Robert Maxwell, aquí les dejamos la versión del propio autor una década después para el sello discográfico Decca.



Todo lo que tú eres, es una de las mejores expresiones románticas que se han escrito en el cancionero popular norteamericano, dos grandes intervinieron en su creación Jerome Kern y Oscar Hammerstein II. Les ofrecemos una de las versiones más exclusivas para este número con La Coral de Peter King.




Las hojas muertas, una de las más bellas estampas musicales que nos evocan a la Ciudad Luz, original de Kosma y Prevert, son incontables las versiones que se han realizado para esta composición desde 1945, hemos escogido una de nuestras favoritas con un prestigiado director de orquesta que en sus inicios incursionó en el canto para convertirse tiempo después en la primer orquesta de cuerdas en usar coros… Les Baxter con esta grabación para el sello Capitol.




Volver a empezar, en la revista musical Jubilee de 1935 fue estrenada esta pieza que Cole Porter compuso mientras estuvo de gira en las Indias Occidentales Holandesas. El ritmo que lo cautivó fue el Beguine, en México cuando se interpretó se hizo con sabor a bolero difundiéndose en toda Hispanoamérica, de las mejores interpretaciones que han existido sin duda destaca la elegante versión que con su arpa logró Gene Bianco en esta grabación para el sello RCA Victor.



Shangri-La, la música nos lleva por los rincones más alejados y fascinantes que podamos imaginar, aquí una muestra con el canadiense Percy Faith en su versión para la composición de Robert Maxwell en el prestigiado sello CBS.




La noche anterior cuando éramos jóvenes, la romántica y bella melodía compuesta por Harold Arlen a mediados de los años 30’s encuentra su mejor versión en la sublime ejecución de la orquesta de Victor Young para el sello Decca en los años 50’s.




Sonríe, el tema central de la película de 1936 Tiempos Modernos del genial Chaplin, por cierto en esta cinta fue la última en que personifica al inolvidable Charlot. Dejemos que el británico Frank Chacksfield nos recuerde con un arreglo fuera de serie registrado para el sello London en la primera mitad de los 60’s esta inmortal composición de Chaplin.




Hace tanto y tan lejos, compuesta por Jerome Kern e Ira Gershwin y estrenada en la cinta de 1944 Las Modelos, les compartimos una de las mejores versiones que se han realizado para este gratísimo número en el transcurso de los años, se anunciaba como la primera orquesta en grabar en sonido estereofónico, nos referimos a las 101 Cuerdas.



La calle de los sueños, es una canción compuesta a principios de los años 30’s por Victor Young con letra de Sam Lewis, una de las versiones que más apreciamos fue la que grabara poco más de veinte años después la orquesta de Felix Slatkin para el sello Liberty, acertadamente don Luis Mendoza Ramírez la utilizó como rúbrica para sus evocadoras cápsulas de Vibraciones Musicales 6,20.









miércoles, 6 de octubre de 2010

XEW... LA VOZ DE LA AMÉRICA LATINA DESDE MÉXICO

En esta ocasión dedicaremos algunas líneas para recordar a quien cariñosamente El caballero del micrófono Pedro de Lille llamaría La Moderna Chimenea del Ensueño que el pasado 18 de septiembre celebró 80 años de surcar los aires.

Los primeros recuerdos que nos ligan a tan entrañable emisora son las amenas pláticas que nuestra abuela paterna solía contarnos en torno a la música y a los programas que constituyeron una delicia en su juventud. Ella contaba con 18 años cuando la “W” comenzó sus operaciones en la parte más alta del Cine Olimpia que se ubicaba en la Calle de 16 de Septiembre número 9, también había sido testigo de la construcción de este inmueble en 1919 cuando el cantante de ópera más importante de ese tiempo Enrico Caruso colocó la primera piedra durante su visita a nuestro país. Nos platicaba que durante los felices años veinte la radio en México aún no se constituía como el fenómeno cultural en que años más tarde se convertiría. El teatro de revista, las carpas, los cines y los salones de baile eran la mayor fuente de entretenimiento para un grupo importante de la población, aunque para otros tantos aplica lo que decía con genialidad Salvador “Chava” Flores: en el México de esos años había más pulquerías que escuelas, en serio ¡palabra!, por la sencilla razón de que había más borrachos que maestros… y si a eso agregamos que los maestros se sumaban a los borrachos… Por otro parte, el país se recuperaba del ajetreo revolucionario de años atrás, el ánimo en la gente era determinante… continuar su vida en santa paz.

 

Para finales de 1932 los estudios y oficinas de la “W” ocuparían el número 52 de la calle de Ayuntamiento, aquel emblemático sitio que le sirviera de inspiración a Mr. Armonía Mario Ruiz Armengol para su bella composición La Calle de los Sueños. Gracias a la XEW la radio se vuelve parte de la cotidianidad en diversos sectores de la sociedad mexicana, las familias completas se colocaban cómodamente- o cómo se podía- alrededor de aquellos modernos aparatos que ocupaban algún sitio privilegiado en el hogar, cada miembro esperaba con asombro la facilidad con la que se construían mundos alternos a través de las palabras y los sonidos, muchos de esos sueños duraban tan solo 15 minutos, así un 15 de octubre de 1934 los niños escucharían en punto de las 13:15 por vez primera a Francisco Gabilondo Soler Cri Cri el Grillito cantor , otros más disfrutaban la emisión moralina del Tío Polito con el Primer Declamador de América Manuel Bernal, para muchos el programa de complacencias con Raulito el Cartero del Aire, y los que reían con Ferrusquilla representando a don Celso Boquerones en La Banda de Huipanguillo, y qué decir de La Hora de los Aficionados con don Lencho y su amenazadora campana (al tenor Nicolás Urcelay le sonó el campanazo) los que esperaban atentos al inolvidable Panzón Panseco y todo su cuadro de actores en la serie Diario corazón de un hombre, bueno para no parar de reír estaba el Risámetro, para cantar música muy nuestra estaba Así es mi tierra, para lagrimear y estar en suspenso tanto los escritores, actores y el personal de efectos convirtieron a los radioteatros y radionovelas en toda una institución Anita de Montemar, El derecho de nacer, Chucho El Roto, La Sombra , Apague la luz y escuche, El Monje loco eran platillos aparte, pero como olvidar al famosísimo Cancionero Picot en el que sus personajes Chema y Juana daban rienda suelta a su mexicanidad. Las crónicas deportivas en voces de Sordo Noriega, el Mago Septién, Paco Malgesto, quedarán para el recuerdo. Dos de los programas que se destacan en la memoria de muchos son La Hora Azul que conducía Pedro de Lille en el cual daba lectura a las cartas o reportes telefónicos de su auditorio -princesitas azules- para que de inmediato se escucharan las voces de los cancioneros de moda, este programa se convirtió en la vitrina de muchos intérpretes entre ellos Jaime Nolla Reyes El tenor de la Hora Azul, Luis G. Roldán El cancionero romántico, Emilio Tuero El barítono de Árgel o las orquestas de Gonzalo Curiel y Juan García Esquivel. De este programa Agustín Lara -autoproclamado como emocionalmente cursi- diría años después en tono amable “era el monumento más grande a todo lo cursi que se ha inventado…pero como lo oían”.
Un poco más avanzada la noche las notas musicales de La Hora Íntima de Agustín Lara se convertían en vibración de sonatina pasional, sobre este programa el vate Ricardo López Méndez (locutor muchos años de esta emisión) le platicó al escritor y compositor Javier Ruiz Rueda lo siguiente “En aquella época nadie había definido los verdaderos caminos de la radiodifusión. Don Emilio Azcárraga le tenía enorme fe. El señor Enrique Contel estaba enamorado de lo que era la radiodifusión. Ambos con ideas personales e inspiradas de lo que habían visto y escudriñado en países extranjeros con más experiencia, y desde luego con la ilusión de hacer algo nuevo en el país. Y se pensó en un programa en el que el compositor se entregara a su piano y se comunicara con el radiooyente. El público se empezó a dar cuenta de que Agustín Lara estaba solo frente al micrófono hablándole a su público. Pero él no se decidía a hablar, sino que cantaba, mejor dicho ladraba -según su propia expresión-, lo que la gente aceptó pronto pues ha sido el mejor diseur de sus canciones, con una emotividad y un sentimiento que nadie se lo podrá igualar. Ese fue el origen de la Hora Íntima”.


El maestro Juan S. Garrido señaló en su libro Historia de la Música Popular en México lo siguiente “Los compositores se beneficiaron con la difusión de sus obras, y se convirtieron en factor importantísimo e indispensable en la continuidad de este prodigioso medio de divulgación. Además encontraron en Azcárraga a un fervoroso admirador de la música nacional. La inauguración de XEW vino a enaltecer en forma directa la función del compositor mexicano y esto trajo lógicamente mayor demanda por la música de autores nacionales, quienes se esmeraron en producir más y mejores canciones, aunque esto no les procurase por el momento resultados económicos a la altura de sus esfuerzos”. Es muy conocido que muchos compositores e intérpretes nacieron artísticamente en otras radiodifusoras dada la saturación de los espacios al aire, pero con una meta impostergable…estar en la “W”.

Sin duda alguna, el lugar común de los recuerdos tanto de los que escucharon la “W” como de los que han escrito o comentado en torno a ella, se establece principalmente en sus tres primeras décadas de operación, para los años cincuenta la XEW se convertiría en “imagen” que el emporio de la familia Azcárraga establecería como su prioridad al fundar Televicentro. Pero ¿cómo andaba eso que llaman raiting? En el libro Las Mil y Una Radios de Gabriel Sosa y Alberto Esquivel se publica un gráfica con los datos-realmente abrumadores- de una encuesta realizada por la OCAIA entre diciembre 27 de 1943 y enero 30 de 1944 con respecto a la popularidad de las estaciones de radio en la capital: XEW 72.1%, XEB 7.1%, XEOY 6.6%, XEQ 5.8%, Otras 8.2%. Bueno, un apunte más sobre las rebanadas del pastel, Emilio Azcárraga Vidaurreta tuvo el control del 35 % de las acciones de XEOY Radio Mil entre 1945 y 1950, la XEB pasó a formar  parte de sus empresas durante diez años, situación que dio comienzo en 1957.


Lo más cercano que estuvimos de la historia de XEW fue a través de los programas de radio que el investigador, locutor y escritor Héctor Madera Ferrón realizaría a partir del 50 aniversario de la emisora, se adueñaba de la noche para llevarnos por un viaje de nostalgia pura, el acervo de entrevistas y programas especiales son auténticos testimonios de nuestra historia musical, hoy gracias a la Fonoteca Nacional se pueden consultar muchos de ellos. Qué decir del programa de televisión Nostalgia bajo la conducción de Jorge Saldaña y sus incontables invitados Alfredo Ruiz del Río (toda una institución de la comunicación), Esmeralda, Marilú, Jorge Macías, Fernando Fernández por mencionar algunos. En 1997 tuvimos la oportunidad de conocer el Estudio Azul y Plata tal y como lucía en sus años de gloria, con motivo de la celebraciones por Un Siglo de Lara en la que disfrutamos de la actuación de Amparo Montes, Carmela y Rafael y platicar en los pasillos llenos de historia con Jesús Elizarrarás compositor de Tierra de mis amores, todo un creador de conceptos para radio y televisión. A finales de los años noventa el locutor Manuel de la Vega de muy amplia cultura llevaba magistralmente la emisión El Estudio Azul y Plata en el que nos invitaba a un viaje por la llamada Cripta W. En el año 2004 conocimos las modernas instalaciones ubicadas en su nueva casa en Tlalpan 3000, aquí gracias a la invitación de la productora Ibeth Parga Ávila realizamos algunas colaboraciones histórico musicales en la otrora famosa XEQ nacida en octubre de 1938 para darle cabida a la gran demanda de actores, cantantes y locutores que una vez probado su éxito pasarían a la "W".


Como bien dicen algunos con la “W” comenzó todo y si no por lo menos mucho, quizá porque su capacidad comercial no encontró precedente alguno, el cine sonoro transitó su época de oro junto a ella compartiendo personajes e historias en común, la industria editorial tenía mucha tinta que escribir de los artistas y canciones que desfilaban por sus micrófonos, la industria fonográfica en nuestro país vivía sus mejores años por aquellos elencos que logró conformar, las grandes compañías publicitarias encontraron un vehículo novedoso y efectivo para crear infinidad de enredos aspiracionales a una sociedad enteramente dispuesta a escuchar las emisiones bajo su patrocinio. En fin, por su antena han viajado de muchas maneras la idiosincrasia y el alma musical de nuestro país.

Los invitamos a darnos una idea musical muy breve de aquello que se convirtió en embrujo para nuestros padres o abuelos, cuando el amor, las angustias o bien las alegrías giraban a 78 r.p.m.

Antes, esta inolvidable versión del Dr. Alfonso Ortiz Tirado y Rosa Tentoni para una composición de Gonzalo Curiel grabada en 1930. Cabe señalar que el Dr. Ortiz Tirado participó en el programa inaugural de la XEW.

Nadie, el músico poeta Agustín Lara estuvo presente en el programa inaugural como compositor, a los pocos días realizaría sus primeras presentaciones ante los micrófonos que lo consagrarían. Su Hora Íntima nacería en 1930 y terminaría más de dos décadas después. ¿Cómo se escuchaba el maestro en aquellos años? Los dejamos con esta grabación de 1933.


Para olvidarte, el vate Ricardo López Méndez señalaría dos años después de la muerte de Guty Cárdenas El Ruiseñor yucateco que esta canción fue la última que interpretó ante los micrófonos de XEW. Al abandonar las instalaciones acudió a la cantina “Salón Bach” en donde sería asesinado, esto ocurrió el 5 de abril de 1932.


El chorrito, esta sería la primer canción interpretada por Francisco Gabilondo Soler Cri Cri en los micrófonos de la XEW, esta grabación data de 1934 y aún llevaba el nombre de El Guasón del Teclado.


Distancia, el siempre recordado Juan Arvizu El Tenor de la Voz de Seda participaría también en el primer programa de la XEW, nos ofrece una composición de Luis Arcaraz con esta grabación de 1935.

La Panchita, para la canción mexicana nadie como Lucha Reyes, que les parece si disfrutamos de su inolvidable interpretación de 1937 para esta composición de Joaquín Párdave, la presentación del locutor Ramiro Gamboa en un programa de aniversario de la emisora.

Nocturnal, composición inolvidable de José Sabré Marroquín con letra de José Mojica, El Tenor Continental Pedro Vargas pieza fundamental en la W nos ofrece su versión de 1937 con el acompañamiento orquestal del autor.

Corazón del mar, original de Paco Treviño disfrutemos de esta grabación realizada por la inolvidable Ana María Fernández La Cancionera del estilo único acompañada por la Lira de San Cristóbal en 1941.

Buenas noches mi amor, gracias al coleccionista tapatío Ignacio Orozco Camarena el sello discográfico colombiano Preludio (Hernán Restrepo Duque) para fortuna de todos publicó estas cintas que datan de 1943 /1944 en formato de L.P., un auténtico tesoro musical. Aquí una de ellas, original de Gabriel Ruiz con Néstor Mesta Chayres y el Trío del Mar, la presentación es por el locutor Ramiro Gamboa.


Mujer, quizá la más bella de las joyas en la obra de Agustín Lara, en esta insuperable versión de La Sensación Jarocha Toña la Negra.


Cuando vuelva a tu lado, una de las tantas inspiradas composiciones de María Grever, en esta versión radiofónica de finales de los cuarenta por Chabela Durán y las Tres Conchitas, podemos escuchar brevemente la voz de la compositora en una serie de programas-homenaje realizados por la W.


De quien es tu corazón, del compositor José de Jesús Morales este fox trot grabado por Marilú La muñequita que canta en el año de 1954.

Una de las cosas que le es enteramente familiar a la sociedad mexicana, es el sonido de las "campanitas" (xilófono) que identifican a la XEW. Los invitamos a dar un breve recorrido por el tiempo y disfrutemos de la presentación de algunos programas y jingles en las destacadas voces de Ramiro Gamboa, Luis Cáceres, Edmundo García, Luis M. Farías, las Tres Conchitas, entre otros.