BIENVENIDOS


En este lugar se encuentran reunidos nuevamente el tiempo, la música y nuestros recuerdos...Iniciemos este maravilloso viaje al ritmo de las canciones y melodías de la Música sin Final...Déjese llevar por el mágico sonido que envuelve milagrosamente, ese algo que creíamos olvidado, pero que sigue ahí escondido en algún lugar, sin límites...sin final...¿Quiere saber en dónde está ese lugar?...Habita en su recuerdo y está más allá de la música...¿Nos hace el honor de acompañarnos?...Gracias.

Sus amigos,

Ricardo y Alejandro Martínez Arreola

martes, 26 de mayo de 2015

VOCES EN RITMO...


El pasado mes de noviembre tuvimos la fortuna de ser invitados a una reunión organizada para celebrar al respetable y fino amigo Luis Jaime Chapa, uno de los coleccionistas de música popular más importante de nuestro país. Como anfitrión fungió Julio Salazar fundador del Cuarteto Armónico. Se dieron cita en tan agradable tarde varias amistades y por supuesto músicos de la vieja guardia. De las muchas improvisaciones musicales que surgieron casi inconteniblemente destaca para el comentario de esta ocasión la del propio Cuarteto Armónico, que a pesar de contar con un solo miembro original sigue conservando la esencia que le dio origen, con un repertorio al más puro estilo de las escuelas de grupos blancos en los Estados Unidos como The Pied Pipers o The Four Freshmen.

Si bien, la armonía vocal ha sido utilizada como un recurso importante desde hace varios siglos en la música, para las primeras décadas del siglo XX fue fundamental en el desarrollo de la canción popular y comercial. La comunidad afroamericana privilegiaba en muchos casos  las cuerdas vocales por encima o incluso prescindiendo de la base instrumental, emitían sonidos (sin sentido aparente, señalaban algunos) con la capacidad de sustituir a un instrumento.  Esa técnica la dominaron muchos grupos vocales a partir de la década de los 30’s. Por ejemplo,  existe la anécdota  en una sesión de grabación del maestro Juan García Esquivel, cuando estaban a punto de comenzar le informaron que uno de sus trompetistas se había reportado enfermo, no encontrando reemplazo alguno, llamó a Las Tres Conchitas que con sus voces sustituyeron el sonido de las trompetas y el resultado usted lo puede imaginar: la grabación fue maravillosa.



Los grupos de armonía vocal en los Estados Unidos se pueden contar por cientos o quizás miles, pero en México la situación no es nada parecida. Las tonadas rítmicas, la balada romántica, las parodias musicales o la canción de humor fueron interpretadas  bajo las escuelas vocales que  predominaron  desde los años 30’s hasta los 50’s como fueron las de The Mills Brothers, The Ink Spots, The Modernaires, The Andrew Sisters, The Four Aces o The Platters, influyendo fuertemente  en muchas partes del mundo. Basta imaginarnos todo lo que absorbieron de éstas técnicas los directores de orquesta para   fincar en sus coros gran parte de su éxito.




En nuestro país, en la mitad de la década de los 40’s impregnada aún del aroma rítmico del Fox Trot, surgieron Las Tres Conchitas una de las agrupaciones que por su originalidad y versatilidad recibió el afecto inmediato del público de la radio y posteriormente en la televisión. ¿Recuerdan sus nombres?: Cuca, Gudelia y Laura tendrán por siempre un primerísimo lugar en nuestra memoria musical.A finales de esa década  dejan ver sutilmente esa fórmula Las Hermanas Julián o Las Hermanas Ruiz Armengol.


Un caso sui generis es el de Los Doce Hermanos Zavala, conformado por seis hombres y seis mujeres. Iniciaba la década de los 50’s y siendo apenas adolescentes y otros aún en la niñez, encantaron al público porque no solo tenían lo que nuestros vecinos del norte definen como el éxito en un artista de esa época –saber cantar-saber bailar y saber actuar-, ellos tenían a su favor también el de saber  tocar diversos instrumentos musicales.  Sus apariciones en televisión y en el Festival OTI son más que memorables.



En esa misma década de los 50’s aparecieron dos grupos vocales cuyos nombres son sinónimo de evocación, El Cuarteo Armónico y Los Cuatro Soles, sus grabaciones despiertan inmediatamente el interés del coleccionismo. Otros grupos de esa época fueron Los Trincas, Los Armónicos y Los Diablos.

Los años sesenta tienen a Los Hermanos Castro como su principal referente: sus éxitos discográficos los colocaron en la preferencia del público no sólo de nuestro país ya que fueron aplaudidos efusivamente en otras partes del mundo (el mismísimo Frank Sinatra pedía que se incluyera a este grupo como parte de sus exitosas presentaciones en los principales centros nocturnos de Las Vegas). Otros grupos de esa época fueron Los Impala, Los Vegas, Los Dominics y Los 3 con Ella.



Gentiles amigos, seguramente ustedes recordarán a otros grupos que a pesar del tiempo y la distancia viven en su recuerdo. Confiamos que este espacio, en donde vagan sus armonías vocales, sea un pretexto para traerlos a su memoria.

Esperamos  disfruten de la siguiente selección musical.

Mi oración, número de mediados de los años 20’s sólo en su parte musical por Georges Boulanger, para 1939 la letra corrió a cargo de Jimmy Kennedy, de ese mismo año es esta nostálgica grabación de los Ink Spots.


¿Qué es eso que llaman amor?, inspiración de Cole Porter en 1929, de las sesiones de grabación de Artie Shaw, Mel Tormé y Los Mel-Tones (aquí cantaba Les Baxter antes de ser director de orquesta) realizadas entre 1946 y 1947 es esta pieza de colección.


No es pecado, de la inspiración de Hoven y Shull es esta pieza de 1951, en ese mismo año alcanza el lugar número 4 en las listas de popularidad con The Four Aces.


Reunión te etiqueta, la versión más exclusiva al tradicional número de  Birmingham y Hawkins compuesto en 1938, fue la realizada por The Four Freshmen en julio de 1952.


Cuando yo te encontré, composición de María Alma, Las Tres Conchitas, Javier Barrios y el acompañamiento de Fernando Z. Maldonado  hicieron  una versión deliciosa en 1953.


Ba ba baciami piccina, de Alberto Rabagliati y Riccardo Morbelli es este clásico italiano de 1941, el popular Quartteto Cetra la hizo muy popular en 1953. Otro de los grupos de armonía vocal de este país es el Cuarteto de Marino Marini.


Sh-Boom, de múltiples compositores James Keyes, Claude Feaster, Carl Feaster, Floyd F. McRae y James Edwards es este memorable número de 1954, la interpretación que hizo El Cuarteto Armónico es formidable.


Lullaby of birdland, de la inspiración de George Shearing y letra de B. Y. Foster en 1952 se convirtió en todo un clásico. La versión en francés que les presentamos es de The Blue Stars realizada en 1955. Otro de los grupos de armonía vocal  de aquel país fueron Los Compañeros de la canción.

  
Mr. Sandman, composición de Pat Ballard número uno en las listas del Hit Parade de 1954, Los Cuatro Soles hicieron una estupenda versión en 1956.


Hechizado, de la mancuerna Rodgers  y Hart  esta composición para la obra musical Pal Joy de 1940. Sinatra y The Platters la llevaron de nueva cuenta a la popularidad en 1958.


Baubles, Bangles and Beads, de los muchos éxitos que ofreció el musical Kismet de 1953, la adaptación que hicieron Robert Wright y George Forrest a un tema de Borodin, sin duda la mejor versión a este número corrió a cargo de The Kirby Stone Four en 1958.


Té para dos, el clásico de Vincent Youmans  compuesto en 1925,  Los Hermanos Zavala la llevaron al disco en 1959  y fue uno de sus números favoritos en su programa de televisión de aquella época.


Enamorada, triunfadora del Festival de Benidorm celebrado en 1961 fue esta composición de Augusto Alguero y Rafael León,  en ese mismo año la graba un grupo argentino muy popular en nuestro país, Los Cinco Latinos. Otros grupos vocales populares, de Cuba Los Ruffino, de Brasil La Banda de la luna.


Sólo pienso en ti, compuesta por Randazzo y Weinstein en 1964, se convirtió de inmediato en un estándar de la música. La versión de Los Hermanos Castro realizada en 1967  es simplemente magnífica.


Canción de amor, composición de Wayne Shanklin en 1958. Se convirtió de nueva cuenta en un Hit pero ahora internacional cuando el talentoso grupo Manhattan Transfer la llevó al disco en 1976.