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En este lugar se encuentran reunidos nuevamente el tiempo, la música y nuestros recuerdos...Iniciemos este maravilloso viaje al ritmo de las canciones y melodías de la Música sin Final...Déjese llevar por el mágico sonido que envuelve milagrosamente, ese algo que creíamos olvidado, pero que sigue ahí escondido en algún lugar, sin límites...sin final...¿Quiere saber en dónde está ese lugar?...Habita en su recuerdo y está más allá de la música...¿Nos hace el honor de acompañarnos?...Gracias.

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Ricardo y Alejandro Martínez Arreola

jueves, 8 de agosto de 2013

DORIS DAY...LA SILUETA RUBIA DE LA CANCIÓN




En cada reunión familiar, nuestros mayores evocaban con especial encanto el talento de La pecosita Doris Day; sin duda, la estrella femenina más completa de su época, con triunfos arrolladores en diversas expresiones ya como cantante de orquesta y posteriormente como solista, estrella radiofónica, figura del celuloide,  consentida de la televisión y por supuesto gran vendedora de discos.

Su imagen rubia  está ligada invariablemente a la  felicidad, pureza e inocencia, atributos o símbolos de belleza  que la colocaron como el ideal de la mujer moderna americana a mediados del siglo XX tanto para el mercado local  como para el resto del mundo.



La vida privada de La rubia del millón de dólares es sumamente contradictoria con respecto de la artista feliz que el star system difundió exitosamente.  Nació el  3 de abril de 1924 en Cincinnati, Ohio., bajo el nombre de Mary Ann Von Kappelholff. Siendo pequeña sus sueños estaban puestos en  estudiar danza y convertirse en bailarina  profesional. Por ese entonces, la infidelidad  marital de su padre con la mejor amiga de su madre concluyó en divorcio, el cual significó  un duro golpe para la joven Doris.  


A los 15 años  su madre la  ingresó en una compañía de dos cómicos ambulantes: Francho y Marco. Durante una gira, un accidente de automóvil provocó que la estrella juvenil truncara sus sueños de bailarina al saberse fracturada de las piernas.  Al poco tiempo, su madre le sugirió tomar clases de canto y a los 16 años debutó con buena aceptación en una estación de radio local.

Al poco tiempo, la añorada rubia ingresó como cantante de la orquesta de Barney Rapp quien también era dueño de un centro nocturno. En aquella época, la joven cantante tenía una canción favorita que utilizaba como rúbrica Day by Day que sirvió para que el propio Rapp  la bautizara artísticamente  en un juego de palabras como Doris Day (por cierto, Barney y Doris iniciaron un romance que finalizó de inmediato pues éste era casado).



En 1941 conoció al que sería su primer marido: Al Jorden, trombonista de la orquesta de Bob Crosby, cuyos celos enfermizos y las duras palizas públicas y privadas que le propinaba a Doris terminaron su vínculo matrimonial  en 1943. Fruto de esta relación nació Terry, su único hijo, a quien Jorden no reconoció y presionó para que Doris abortara (las  constantes frustraciones y  depresiones de Al Jorden lo llevaron a pegarse un tiro en la cabeza).

A mediados de la década de los 40’s, se integró a La Banda de Renombre que dirigía Les Brown. Al arrullo de las cadenciosas piezas que interpretaba la orquesta, el corazón de la entrañable pecosita se volvió a prendar. Ahora, el afortunado galán era el saxofonista George Weidler, con quien incluso, se unió en matrimonio. Sin embargo, Weilder le demostró que su condición económica no era la mejor y  que no pretendía aceptar al pequeño Terry. Esta circunstancia, por increíble que parezca, generó que Doris recibiera nuevamente maltratos por parte de su esposo (con los años Terry sería productor discográfico, cantante y compositor, pero también alcohólico). Ante este desolador panorama, Doris tomó la decisión de divorciarse. En ese entonces, se dice que Doris consumía tres cajetillas de cigarrillos diariamente.



En 1947 grabó uno de sus más significativos números “Jornada sentimental” con Les Brown en una sociedad que duraría 3 años. Nuestra estrella se da a conocer en el  mundo del cine, debutando al año siguiente en la película de Michael Curtiz Romance en alta mar”    producida por la Warner Bros. La canción tema  It’s Magic vendió un millón de copias, mientras que la aceptación en taquilla de la cinta le significaría un contrato por cinco años.

Para 1952, Doris Day se convirtió en la mejor cantante radiofónica del año y se colocó entre los diez artistas más taquilleros del mundo.


En los terrenos del amor, se ligó sentimentalmente al actor Steve Cochram que era novio de la actriz  Joan Crawford –quien no perdona a Doris-  y al también actor en ese entonces  Ronald Reagan. La canción Secret love incluida en su película Calamity Jane de 1953 obtuvo el Oscar a la mejor canción en aquel año.

Posteriormente, contrajo nupcias con el empresario y agente Marty Melcher quien no dudo en dar su apellido a Terry. Para Doris no fue la relación que esperaba pero si la más duradera. Su desdicha la llevó a beber y alejarse de los reflectores por un tiempo.  No obstante la cinta El hombre que sabía demasiado la encumbraría por siempre con aquella tonada Que será, será (Whatever will be, will be) en 1956 obteniendo también un Oscar por mejor canción de aquel año. Por un tiempo, se filtra una supuesta relación sentimental con el beisbolista Mickey Mantle.

En 1960 logró el premio máximo concedido por el Theatre Owners Of America al considerarla “la estrella del año” y la Hollywood Foreing Press Association la señaló como “la actriz más popular del mundo” y por su parte los exhibidores de películas la consideraron por cuatro años consecutivos  como “la actriz más taquillera”.





A la muerte de Marty Melcher en 1968, descubre que el manejo de las finanzas familiares eran un completo desastre y se esfuma gran parte de su fortuna de varios millones de dólares.  En ese mismo año Inició  su programa de televisión "The Doris Day Show". Durante una temporada estuvo alejada de la vida pública y se dio tiempo para escribir su libro autobiográfico, "Doris Day: su propia vida". En 1976 se casaría por cuarta y última vez con el empresario Barry Comden, de quien se divorciaría en 1980, totalmente desilusionada de su elección en los hombres de su vida.  

En 1983, volvió a los estudios  para el rodaje de la serie de televisión, "Nostalgia", en la que, junto con Robert Mitchum, se evocaba la historia de Broadway y de Hollywood. Desde esa década y hasta nuestros días  se ha dedicado al cuidado y protección de animales. En 2004 murió su hijo Terry Melcher de un melanoma, hecho que le causó a la otoñal cantante la mayor tristeza de su vida.

Recordamos que nos manteníamos embelesados con los recuerdos y anécdotas que nos contaban nuestros mayores en aquellas noches de tertulia familiar sobre Doris Day. Su voz y dicción perfectas aún se dejan escuchar en los viejos discos que contienen sus grabaciones. Su imagen luce siempre bella y elegante en las películas que de vez en cuando se proyectan en televisión… En Doris Day se contiene la magia y el encanto de una época que fue simplemente maravillosa.



A continuación, les ofrecemos un recuento de sus películas:
  
“Romance en Alta mar” (1948) y "Mis sueños son tuyos" (1949) dirigidas por Curtiz; "It's a great felling" (1949), de David Butler; "Young man with a horn" (1950) con Kirk Douglas y de Curtiz; "Té para dos"  (1950), de Butler; con este mismo director intervino en "The West Point Story" (1950) en la que también trabajaron Virginia Mayo, Gordon MacRae y James Cagney. En este mismo año participó en el drama "Stormwarning", junto a Ginger Rogers y Ronald Reagan, y bajo las órdenes de Stuart Heisler. A ésta le siguió el musical "The Lullaby of Broadway" (1951), de Butler y con canciones de Gershwin y Cole Porter. En 1951 rodó "A la luz de la luna" ("On moonligth bay"), película que tuvo su segunda parte en "Operación matrimonio" ("By the light of the silvery moon") (1953).

Continuando en los cincuentas filma "I'll be see in you" (1951), "Starlift" (1951); "The winning team" (1952), de Lewis Seiler y con Ronald  Reagan; Su tercer matrimonio se llevó a cabo con el productor Marty Melcher, con quien se casó en 1951 y de quien enviudó en 1968.  

Para 1952 filma  "Abril en París” y "Calamity Jane" (1953), ambas de Butler. Antes de arribar  a la MGM trabajó en "Lucky me" (1954), y con Frank Sinatra en "Siempre tú y yo" ("Young at heart") (1954).

En 1955  para la Metro su primer papel fue en el musical "Ámame o déjame" ("Love me or leave me"), que había rechazado Ava Gardner, y que fue dirigido en 1955 por Charles Vidor. Un año después, en 1956, para la Paramount hizo "El hombre que sabía demasiado" ("The man who knew too much"), que fue dirigida por Alfred Hitchcock. Ese año rodó Julie. Después vino, en 1958, “Juego de pijamas"The pajama game", "Enséñame a querer" ("Teacher's pet") con Clark Gable, "Mi marido se divierte" ("The tunnel of love"), de Gene Kelly.

En 1959 con Jack Lemmon y Steve Forrest protagonizó "La indómita y el millonario" ("It happened to Jane"), en esta ocasión para la Columbia. Pero antes de finalizar la década pasó a la Universal. En esta su nueva etapa intervino en: "Secretos de alcoba" ("Pillow talk") (1959), película en la que formó pareja con Rock Hudson, actor con el que repitió, en 1961, en "Pijama para dos" ("Lover come back"), y en 1964, "No me mandes flores" ("Send me no flowers"). Otras películas de los sesenta fueron: "No te comas  las margaritas" (1960), "Un grito en la niebla" (1960), vuelve a la Universal y comienza con "Suave como el visón" (1962), "Apártate cariño" (1963) entre otras  y  su última película para el cine "El novio de mamá" (1968).


Esperamos que disfruten de esta selección musical.

It’s magic, composición de Sammy Cahn y Jule Styne que Doris lleva al cine y al disco de manera ejemplar en 1948.


Tea for two, inolvidable versión de 1950 para el clásico de Youmans interpretada en la cinta del mismo nombre.


Secret love, grata interpretación de 1953 para esta composición de Sammy Fain y Paul Webster.


Que será, será (Whatever will be, will be), compuesta por Jay Livinsgton y Ray Evans en 1956 e incluida en la cinta El hombre que sabía demasiado.



Day by day, canción que inspiró su nombre artístico, en una grabación de 1956 acompañada por uno de sus compositores, Paul Weston.


Teacher’s pet, tema de la cinta de 1958 del mismo nombre que en México se conoció como Enséñame a querer, sin duda, la carta de presentación de Doris Day en estas tierras.



Please don’t eat the daisies, tema central de la cinta del mismo nombre de 1960, apareció solamente en 45 r.p.m.  


Perhaps, perhaps, perhaps, composición del cubano  Osvaldo Farrés que en la voz de Doris Day cobró nuevos matices. Una grabación de 1963.


Move over darling, de la cinta  de 1963 conocida en México como Apártate, cariño.Apareció en un disco Columbia sello negro.


More, canción tema de la cinta Mondo Cane, esta formidable versión fue realizada en 1964.


The way we were, estupenda versión realizada en 1975 para su programa televisivo “Doris Day toDay”.