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En este lugar se encuentran reunidos nuevamente el tiempo, la música y nuestros recuerdos...Iniciemos este maravilloso viaje al ritmo de las canciones y melodías de la Música sin Final...Déjese llevar por el mágico sonido que envuelve milagrosamente, ese algo que creíamos olvidado, pero que sigue ahí escondido en algún lugar, sin límites...sin final...¿Quiere saber en dónde está ese lugar?...Habita en su recuerdo y está más allá de la música...¿Nos hace el honor de acompañarnos?...Gracias.

Sus amigos,

Ricardo y Alejandro Martínez Arreola

viernes, 11 de abril de 2014

GUTY CÁRDENAS...EL RUISEÑOR YUCATECO

  

Tres dimensiones tenía el espíritu de
este artista: formidable intérprete ,
guitarrista de estilo personal y
compositor de fresca inspiración.

Ricardo López Méndez

Hace tiempo, le preguntamos a uno de nuestros sobrinos -que acude al mismo Colegio en el que Guty Cárdenas realizó sus estudios como Contador Privado en esta capital-, si el día en que les hicieron la bienvenida  a los de nuevo ingreso les platicaron que en ese bello recinto educativo  había estudiado el también conocido Cancionero del Mayab,  personaje fundamental de nuestra herencia lírica,  hizo una pausa  y de su memoria escaparon varios nombres relacionados con la literatura, la política o las artes… Pero no el nombre de Guty Cárdenas.  De la muerte de Guty han transcurrido  82 años  y  seguramente  su nombre se ha ido diluyendo en las nuevas generaciones, pues aquellas figuras de nuestra historia musical cuya importancia no atañe sólo en México sino a toda Hispanoamérica han ido dejando su lugar en la retentiva de la memoria colectiva.

El entrecruzamiento cultural de diversas expresiones artísticas  de la cual Mérida era enriquecida a principios del siglo XX, marcó definitivamente el camino musical del pequeño  Augusto Cárdenas Pinelo nacido el 12 de diciembre de 1905 en una de las familias más acomodadas de la Ciudad Blanca. Entre claves yucatecas, boleros cubanos o bambucos colombianos, Guty aprendió de las lides en  las relaciones amorosas, propias de la inspiración de los trovadores. El pequeño  Guty observaba discretamente en casa de su abuela materna las clases de guitarra que impartían  para uno de sus tíos,  convirtiéndose en su instrumento favorito y  con el transcurrir de  los años  terminaría por ejecutar con gran dominio e incluso cuando la fama le sonrió adquirió de la colección particular de  un viejo mentor español una fina guitarra por la que pago 500 pesos en aztecas de oro  bautizándola como “La Negra”.



Para cuando el joven Guty concluyó sus estudios en nuestra capital, decidió pasar una temporada en los Estados Unidos empapándose de nuevas formas musicales y experiencias multiculturales de nuestro vecino del norte. Al regresar a su terruño, le comunicó  a su familia su decisión por seguir el camino de la música. Pasados unos días, un amigo de la familia les pidió que alojaran  en su casa para la fiesta de carnaval a personajes notables como el compositor Ignacio Fernández Esperón “Tata Nacho”, el pintor Roberto Montenegro, el caricaturista Ernesto García Cabral “El Chango” y el periodista Manuel Horta. Aquel encuentro resultó muy afortunado pues tan distinguidos personajes, animaron al joven Guty a regresar con ellos a la capital y con el tiempo le abrirían las puertas de diversos espacios de la bohemia de la Ciudad de México, un crisol que transformaba los ritmos provenientes de todas las latitudes, para darles su sello de urbanidad.

Así, para agosto de 1927 el empresario Pepe Campillo organizó el Concurso de la canción mexicana cuya sede fue el Teatro Lírico, se convirtió en toda una verdadera  feria popular con tonos muy nacionalistas gran parte de la Calle de Medina, hoy República de Cuba. La razón de dicho certamen era buscar las canciones que necesitaba para  impulsar la carrera de un trío que recién había formado, el siempre recordado  Trío Garnica-Ascencio pues una de sus integrantes hacía latir con celeridad su corazón.  La canción Nunca con letra de su paisano Ricardo López Méndez es con la que Tata Nacho inscribe en el concurso a Guty, logrando el segundo escalón  pues la canción  Menudita del propio Tata Nacho obtuvo el primer lugar.  Fue la oportunidad para que Guty en ese mismo año registrara por primera vez su voz en un  disco de pasta a 78 rpm para la marca Huici, disco fabricado enteramente en México, acompañándose  únicamente de su guitarra tal y como ocurriría  con  muchas de sus posteriores grabaciones.




La naciente discografía en México con sellos como Artex, Olimpia o Huici a pesar de contar con  tecnología de grabación y calidad muy rudimentaria atesoran los primeros registros históricos  de Guty Cárdenas durante aquel 1927 y principios de 1928.  Poseedor de una voz modulada, suficiente para  impregnarle a las canciones la delicadeza que cada una de ellas requiere. Guty logra calar en lo más hondo de la sensibilidad del público que empieza a escucharle.  En la primavera de 1928 tiene ofrecimientos para grabar y actuar en la llamada Urbe de Hierro, primero visitó los estudios de la poderosa Victor en la cual al parecer no gustó  su estilo, mientras que la empresa Brunswick  y posteriormente la grandiosa  Columbia fueron fundamentales para la carrera de Guty, pues en ellas dejó casi dos centenas de canciones en modernos sistemas de grabación lo que ha permitido que su voz se escuche con gran calidad hasta nuestros días.




Guty se desmarcó de los exponentes de la  tradicional trova yucateca, no en lo relacionado a la construcción armónica y melódica, pero si exploró diversos ritmos, desde luego los más influyentes de esos años: claves, boleros, guarachas, tangos, fox trot, huapangos, bambucos, canción ranchera, corridos y un largo etcétera. Guty Cárdenas escaló peldaños y se convirtió en el Director Artístico de la línea de música Hispanoamericana en la empresa Columbia,  aprendió los pormenores de esa industria  en la mismísima  meca del show business, se relacionó y se nutrió con músicos de diversos países, conoció del poder  de la floreciente  radio comercial para determinar los gustos musicales, supo del bullicio que tenían los empresarios por crear marcas discográficas como uno de los negocios con mayor augurio, logró aparecer en el incipiente cine sonoro cantando la bella Ojos tristes  en la película La dama atrevida haciendo una modesta actuación como cantante de un Hotel. Es probable que si  Guty  hubiese continuado con vida, seguramente en su madurez habría ocupado cargos directivos en la industria musical de México o Estados Unidos.




Guty Cárdenas compartía  distintas afinidades con Agustín Lara, una de ellas, era rodearse con periodistas, escritores, artistas y promotores de música, todo al calor de auténticas bohemias, algunos de ellos fueron amigos que tenían en común y por ende pudieron coincidir en varias ocasiones aunque no tuvieron una amistad muy estrecha. Otra y no menos importante era la predilección por el coñac, se dice que Guty  tomaba un trago de café caliente y otro de coñac antes de salir a cantar y es más que conocida la notable ingesta de esa bebida por Lara. Ambos son piezas fundamentales en el desarrollo del bolero en nuestro país y de su repercusión en toda Hispanoamérica al construir un puente pautado entre  Cuba, Yucatán y  la Ciudad de México.  Guty representó en un principio para Lara,  cierta influencia temática y de estilo, pero cuando El Flaco de Oro dejó fluir su proverbial inspiración, Guty por su parte haría estupendas interpretaciones de la obra de Lara entre 1930 y 1932, incluso de su pieza más emblemática…Mujer. Pedro Vargas diría de ellos: “Yo que los conocí profundamente debo afirmar que nunca hubo entre Agustín y Guty el más mínimo problema. Antes bien, se profesaban afecto y admiración mutuos”.



Era casi la medianoche del  jueves 5 de abril de 1932 cuando yacía sin vida en el interior del Salón Bach el cuerpo del Ruiseñor yucateco. Un pleito de cantina truncaba su meteórica carrera con tan solo  26 años de edad. Fueron muchas las versiones que con el correr de los años se dijeron entorno a su crimen. Una de ellas y muy difundida fue que heroicamente defendió a una mujer que era molestada en su persona y al defenderla fue herido de muerte, otras apuntaban a la molestia que causó a su ejecutor el corrido La República en España que Guty grabó un año antes  celebrando el fin de la monarquía, otra por absurda que suene fue que Agustín Lara había dado la orden, una más fue que un militar de alto rango discutió de política con él y  sin más vació su pistola sobre Guty,  teniendo a un par de parroquianos de origen español como chivos expiatorios y la otra es la que se conoció con la difusión de algunos elementos del proceso judicial, declaraciones de los testigos,  la riña por un juego de “fuercitas” provocaría con el calor de las copas el motivo principal de lo que terminó detalles más, detalles menos en cuatro disparos sobre el humanidad de Guty Cárdenas por parte de un español de nombre Ángel Peláez Villa autor material confeso.



Todavía aún, después de tantos años, vaga por las viejas calles del Centro Histórico, el rumor del canto de un ruiseñor… En su canción vive una parte del México de ayer.




Algunos estudiosos de la discografía de Guty Cárdenas señalan que son poco más de 270 grabaciones las que realizó, por nuestra parte solamente contamos con un centenar de ellas, les ofrecemos una selección musical que incluye  su primera grabación en septiembre de 1927 y la última realizada en los primeros meses de 1932.

Erróneamente en algunos cancioneros- incluso de la época- se da el crédito de letra y música a Guty Cárdenas, al parecer son pocas las  canciones  que cumplen con esta apreciación.  No olvidemos que Guty amén de ser compositor (de la música principalmente) era un gran intérprete de la obra de otros autores, ya sea  como solista, a dúo, a tres voces  o como cuarteto.

Nunca,  inmortal pieza de nuestra música popular con versos del vate Ricardo López Méndez.


Flor,  con versos de José Antonio Pérez Bonalde y de Diego Córdoba. La pieza favorita de nuestra madre.  


Aléjate, bella composición con versos de Ricardo López Méndez.


A qué negar, la letra corresponde a Federico García Gamboa.


Rayito de sol, con  versos  de Ermilio Padrón, se convirtió también en  una oración fúnebre el día del entierro de Guty  al ser cantada por los presentes, entre ellos, el Dr. Alfonso Ortiz Tirado y Pedro Vargas, dibujándose en el cielo nublado un rayito de sol.


Ojos tristes, versos de Alfredo Aguilar Alfaro, compuesta especialmente para Nancy Torres.


Granito de sal, composición de Domínguez Zaldívar y Carlos Duarte M.


Desdén,  composición de Licho Buenfil y Ermilo A. Padrón.


Una noche más,  composición de Nilo Meléndez  con el acompañamiento orquestal de Lacalle.


Otra vez,  del músico poeta Agustín Lara esta grabación para la marca Peerless, surge una incógnita, sí las últimas 3 piezas grabadas por Guty fueron  publicadas por Peerless entonces fueron puestas a la venta después de su muerte, puesto que esa grabadora dice haber nacido en 1933. Algunos coleccionistas afirman que salieron a la venta en 1932 bajo ese sello.


Cápsula de México a través de su Música, una serie producida por sus servidores para ustedes amigos. Locutores: Margarita Castillo  y José Antonio Cabrera Madrid.