César Antero Roel
Schreurs nació en la Ciudad de México el 13 de agosto de 1941(El Cancionero Picot señalaba 1942). Adoptó
el nombre artístico de César Costa cuando se convirtió en el primer baladista
de ritmo del rock and roll en el sello discográfico Orfeón, en el ya lejano año
de 1961.
La pianista y musicóloga
Yolanda Moreno Rivas en su imprescindible libro Historia de la Música Popular Mexicana nos describe atinadamente lo
siguiente: “En México los aficionados al rock and roll fueron, por lo general,
jóvenes de clase acomodada que estudiaban en colegios particulares, aprendían
inglés y contaban con fondos suficientes para consumir los discos de moda o
comprar el carísimo equipo de sonido indispensable para tocar rock and roll”.
César realizó su
preparatoria en Saint Patrick High School, que se distingue entre otras cosas,
por ser la escuela católica más antigua de la ciudad de Chicago. Era inevitable
que nuestro invitado quedara ajeno a la juvenil efervescencia por el nuevo
ritmo bailable que traía de cabeza a los Estados Unidos; sin duda, se
encontraba justo en el epicentro de vertiginosos cambios sociales, políticos,
tecnológicos, artísticos o comerciales que proyectaban una nueva manera en que
los jóvenes entendían su lugar en el mundo.
De vuelta en México
formó junto con Javier de la Cueva, Carlos Loftus y los hermanos Diego y Juan
Manuel de Cossío, un grupo llamado Los Black
Jeans. Este grupo (pionero del rock and roll en el mundo de habla hispana)
se encargó de ambientar las tardeadas que se realizaban en la lujosa Colonia
Nápoles, tenían un repertorio compuesto por temas instrumentales y por
canciones interpretadas en inglés. Por cierto, quienes vivieron aquella
inolvidable época, recuerdan con agrado que en las presentaciones más formales,
Los Black Jeans se anunciaban como
el único grupo con equipo de sonido con valor de $50,000.00 pesos (de aquellos
que todavía valían). En 1959 el sello discográfico Peerless les grabó su primer
sencillo con dos selecciones nada afortunadas y menos siendo pretendidas como rocks:
uno era un canto espiritual negro que data del siglo XIX y que apareció en el
disco bajo el nombre de La batalla de
Jericó y el otro un corrido muy popular durante el movimiento
revolucionario La cucaracha. Pero con
estas grabaciones -hoy legendarias-, se inició una época brillante en la
historia de la música popular en México.
Para 1960 adoptan el
nombre de Los Camisas Negras y
cambian de disquera para grabar su único LP en el sello Musart. En este disco
se incluyeron grabaciones que hoy se recuerdan con agrado: El tigre, Tú me perteneces,
La marcha de los santos y Vibraciones. Alguna ocasión,
nuestro estimado amigo el coleccionista Mario Castellano (q.e.p.d.) nos mostró
un fragmento de la película Jugándose la
vida, en ella aparecencomo grupo de acompañamiento de la sensual Emily
Cranz con una versión insufrible de La
Borrachita del inolvidable Tata Nacho compuesta allá por 1919.
En 1961, César
comprendió que seguir en el grupo no le significaría mayor proyección para su
carrera. Los baladistas en los Estados Unidos de América representaban la
imagen juvenil de las disqueras, revistas, películas, programas de radio y
televisión. En México, los productores optaron por seguir la misma línea. El
sello Orfeón encontró en él a su mejor exponente. Bajo la dirección artística de
Paco de la Barrera y acompañado de la extraordinaria orquesta del arreglista
Gustavo Pimentel, César Costa, El chamaco
de los suéteres de grecas, grabó sentimentales baladas que hoy, a la distancia,
forman parte del cancionero popular. Sus éxitos en esa primera etapa quedaron
registrados en 4 discos LP realizados entre 1961 y 1963.
Su primera aparición
en la cinta de plata constó apenas de un par de minutos, los cuales fueron
suficientes para transmitir a la audiencia, el nuevo rumbo que tomaría desde
entonces el cine de la época: Jóvenes y
rebeldes (1961). El año siguiente obtuvo su primer estelar al lado de
Libertad Lamarque y Angélica María en la recordada cinta El cielo y la tierra. César participó en una docena de películas realizadas
entre 1962 y 1971, dentro de las que destacan Dile que la quiero (1963), La
juventud se impone (1963), La edad de
la violencia (1964) Adiós cuñado (1966)
y Caín, Abel y el otro (1971).
Su agradable
presencia y buen trato, lo convirtieron en una indiscutible figura de la
televisión. Desde aquellos memorables programas musicales como Premier Orfeón (1962-1964) y Alegrías (1968) en los que compartió
créditos junto a Héctor Lechuga y Alejandro Suárez, hasta las exitosas series
de La carabina de Ambrosio (1978-1979)
y Papá soltero (1987-1993), César
demostró su habilidad como cantante y actor de comedia. En su última faceta en
la pantalla chica, exploró nuevos rumbos como escritor y productor de series
que se recuerdan con agrado: Un nuevo día
(1994), Ensalada César (2005) y Nuestras mejores canciones (2006).
César Costa alcanzó
proyección internacional como cantante gracias a su inclusión como artista
exclusivo de la RCA Victor en 1963, disquera con la que permaneció hasta 1967.
Durante esta época grabó 3 discos LP’s y una buena cantidad de discos
sencillos, con el respaldo de los arreglistas Chucho Ferrer, Eduardo
Magallanes, Chucho Zarzosa y Pablo Beltrán Ruiz, entre otros. En esta marca
realizó algunas grabaciones en inglés y realizó una gira por Italia. En 1981
(luego de haber dejado los sellos Capitol y Musart), volvió a la RCA Victor
para grabar un disco LP, con el que continuó vigente en el gusto de las nuevas
generaciones.
En 1983 grabó para el
sello WEA uno de sus más grandes éxitos: la canción Tierno con la que participó en la edición del Festival OTI nacional
de ese mismo año y con la cual obtuvo el segundo lugar.
César ha sabido
mantenerse en el gusto de sus fieles seguidores y de las nuevas generaciones a
través de sus recientes grabaciones discográficas y actuando en diversas
presentaciones recordando los grandes años del rock and roll, compartiendo el
escenario con artistas de aquella entrañable época.
Su indiscutible
profesionalismo y el respeto que siempre ha tenido a su carrera artística, le
han valido a César Costa ser considerado El
caballero de la canción moderna. Es miembro del Consejo Consultivo de la UNICEF en México y Emabajador de buena voluntad desde 2004.
Para nuestra fortuna,
César mantiene su vigencia artística. En la historia de música popular de
México e Hispanoamérica, su nombre ocupa un lugar especial.
Su más reciente producción
discográfica la realizó en 2013 para el sello EMI bajo el título A mi manera. En ella, incluyó varios
duetos y un tema que encierra nuestro reconocimiento y admiración a tan limpia,
ejemplar y exitosa carrera: Gracias.
Esperamos que la
siguiente selección musical sea de su completo agrado.
Tiempo
de llorar, del primer disco como solista se desprende esta
angustia juvenil compuesta por Paul Anka.
Caminando,
la balada alegre y optimista fue recurrente en la discografía de nuestro invitado.
Tan
solo es una chica, una de sus mejores grabaciones para
Orfeón en 1962.
Chica
mala, su primer gran éxito en RCA Victor durante 1963,
de la inspiración de Neil Sedaka. Número incluido en la cinta La juventud se impone.
Soy rebelde, esta
canción se convirtió en el tema central de la película La edad de la violencia en 1964,
solamente apareció en formato de 45 r.p.m.
Amor
perdóname, la balada italiana tuvo fuerte
influencia en nuestro invitado, realizó esta formidable grabación en 1965.
Tú
amor se desprendió del cielo, de la inspiración de
Carlos Rigual es esta balada que fue interpretada en la cinta Adiós Cuñado.
Sentimental journey,
una vieja tonada de 1944 que a lo largo del tiempo ha tenido nuevas versiones,
fue el caso de César que en 1966 realiza su versión en inglés, en este idioma
grabó tanto para RCA Victor como para Capitol.
No
puedo dejar de verte, una de las joyas de la canción
popular de 1967 es esta composición de Bob Crew y Bob Gaudio. Del primer disco
con el que César comienza su carrera con el sello Capitol en 1968.
El
milagro de tus ojos, de las mejores grabaciones que César
realizó en 1971, claro ejemplo de las baladas que interpretó durante toda esa
década.
Qué
grande es tu amor, un número de los Bee Gees de 1977,
César lo recupera en su producción discográfica de 1993.
El
mar,
composición de Charles Trenet en 1946, se ha mantenido siempre vigente en el
gusto popular, apelando a ello nuestro invitado realiza su versión en su última
producción de 2013.