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En este lugar se encuentran reunidos nuevamente el tiempo, la música y nuestros recuerdos...Iniciemos este maravilloso viaje al ritmo de las canciones y melodías de la Música sin Final...Déjese llevar por el mágico sonido que envuelve milagrosamente, ese algo que creíamos olvidado, pero que sigue ahí escondido en algún lugar, sin límites...sin final...¿Quiere saber en dónde está ese lugar?...Habita en su recuerdo y está más allá de la música...¿Nos hace el honor de acompañarnos?...Gracias.

Sus amigos,

Ricardo y Alejandro Martínez Arreola

viernes, 21 de agosto de 2015

CÉSAR COSTA… JORNADA SENTIMENTAL



César Antero Roel Schreurs nació en la Ciudad de México el 13 de agosto de 1941(El Cancionero Picot señalaba 1942). Adoptó el nombre artístico de César Costa cuando se convirtió en el primer baladista de ritmo del rock and roll en el sello discográfico Orfeón, en el ya lejano año de 1961.

La pianista y musicóloga Yolanda Moreno Rivas en su imprescindible libro Historia de la Música Popular Mexicana nos describe atinadamente lo siguiente: “En México los aficionados al rock and roll fueron, por lo general, jóvenes de clase acomodada que estudiaban en colegios particulares, aprendían inglés y contaban con fondos suficientes para consumir los discos de moda o comprar el carísimo equipo de sonido indispensable para tocar rock and roll”.

César realizó su preparatoria en Saint Patrick High School, que se distingue entre otras cosas, por ser la escuela católica más antigua de la ciudad de Chicago. Era inevitable que nuestro invitado quedara ajeno a la juvenil efervescencia por el nuevo ritmo bailable que traía de cabeza a los Estados Unidos; sin duda, se encontraba justo en el epicentro de vertiginosos cambios sociales, políticos, tecnológicos, artísticos o comerciales que proyectaban una nueva manera en que los jóvenes entendían su lugar en el mundo.



De vuelta en México formó junto con Javier de la Cueva, Carlos Loftus y los hermanos Diego y Juan Manuel de Cossío, un grupo llamado Los Black Jeans. Este grupo (pionero del rock and roll en el mundo de habla hispana) se encargó de ambientar las tardeadas que se realizaban en la lujosa Colonia Nápoles, tenían un repertorio compuesto por temas instrumentales y por canciones interpretadas en inglés. Por cierto, quienes vivieron aquella inolvidable época, recuerdan con agrado que en las presentaciones más formales, Los Black Jeans se anunciaban como el único grupo con equipo de sonido con valor de $50,000.00 pesos (de aquellos que todavía valían). En 1959 el sello discográfico Peerless les grabó su primer sencillo con dos selecciones nada afortunadas y menos siendo pretendidas como rocks: uno era un canto espiritual negro que data del siglo XIX y que apareció en el disco bajo el nombre de La batalla de Jericó y el otro un corrido muy popular durante el movimiento revolucionario La cucaracha. Pero con estas grabaciones -hoy legendarias-, se inició una época brillante en la historia de la música popular en México.

Para 1960 adoptan el nombre de Los Camisas Negras y cambian de disquera para grabar su único LP en el sello Musart. En este disco se incluyeron grabaciones que hoy se recuerdan con agrado: El tigre, Tú me perteneces, La marcha de los santos y VibracionesAlguna ocasión, nuestro estimado amigo el coleccionista Mario Castellano (q.e.p.d.) nos mostró un fragmento de la película Jugándose la vida, en ella aparecencomo grupo de acompañamiento de la sensual Emily Cranz con una versión insufrible de La Borrachita del inolvidable Tata Nacho compuesta allá por 1919.

En 1961, César comprendió que seguir en el grupo no le significaría mayor proyección para su carrera. Los baladistas en los Estados Unidos de América representaban la imagen juvenil de las disqueras, revistas, películas, programas de radio y televisión. En México, los productores optaron por seguir la misma línea. El sello Orfeón encontró en él a su mejor exponente. Bajo la dirección artística de Paco de la Barrera y acompañado de la extraordinaria orquesta del arreglista Gustavo Pimentel, César Costa, El chamaco de los suéteres de grecas, grabó sentimentales baladas que hoy, a la distancia, forman parte del cancionero popular. Sus éxitos en esa primera etapa quedaron registrados en 4 discos LP realizados entre 1961 y 1963.



Su primera aparición en la cinta de plata constó apenas de un par de minutos, los cuales fueron suficientes para transmitir a la audiencia, el nuevo rumbo que tomaría desde entonces el cine de la época: Jóvenes y rebeldes (1961). El año siguiente obtuvo su primer estelar al lado de Libertad Lamarque y Angélica María en la recordada cinta El cielo y la tierra. César participó en una docena de películas realizadas entre 1962 y 1971, dentro de las que destacan Dile que la quiero (1963), La juventud se impone (1963), La edad de la violencia (1964) Adiós cuñado (1966) y Caín, Abel y el otro (1971).




Su agradable presencia y buen trato, lo convirtieron en una indiscutible figura de la televisión. Desde aquellos memorables programas musicales como Premier Orfeón (1962-1964) y Alegrías (1968) en los que compartió créditos junto a Héctor Lechuga y Alejandro Suárez, hasta las exitosas series de La carabina de Ambrosio (1978-1979) y Papá soltero (1987-1993), César demostró su habilidad como cantante y actor de comedia. En su última faceta en la pantalla chica, exploró nuevos rumbos como escritor y productor de series que se recuerdan con agrado: Un nuevo día (1994), Ensalada César (2005) y Nuestras mejores canciones (2006).



César Costa alcanzó proyección internacional como cantante gracias a su inclusión como artista exclusivo de la RCA Victor en 1963, disquera con la que permaneció hasta 1967. Durante esta época grabó 3 discos LP’s y una buena cantidad de discos sencillos, con el respaldo de los arreglistas Chucho Ferrer, Eduardo Magallanes, Chucho Zarzosa y Pablo Beltrán Ruiz, entre otros. En esta marca realizó algunas grabaciones en inglés y realizó una gira por Italia. En 1981 (luego de haber dejado los sellos Capitol y Musart), volvió a la RCA Victor para grabar un disco LP, con el que continuó vigente en el gusto de las nuevas generaciones.

En 1983 grabó para el sello WEA uno de sus más grandes éxitos: la canción Tierno con la que participó en la edición del Festival OTI nacional de ese mismo año y con la cual obtuvo el segundo lugar.



César ha sabido mantenerse en el gusto de sus fieles seguidores y de las nuevas generaciones a través de sus recientes grabaciones discográficas y actuando en diversas presentaciones recordando los grandes años del rock and roll, compartiendo el escenario con artistas de aquella entrañable época.

Su indiscutible profesionalismo y el respeto que siempre ha tenido a su carrera artística, le han valido a César Costa ser considerado El caballero de la canción moderna. Es miembro del Consejo Consultivo de la UNICEF en México y Emabajador de buena voluntad desde 2004. 

Para nuestra fortuna, César mantiene su vigencia artística. En la historia de música popular de México e Hispanoamérica, su nombre ocupa un lugar especial.



Su más reciente producción discográfica la realizó en 2013 para el sello EMI bajo el título A mi manera. En ella, incluyó varios duetos y un tema que encierra nuestro reconocimiento y admiración a tan limpia, ejemplar y exitosa carrera: Gracias

Esperamos que la siguiente selección musical sea de su completo agrado.

Tiempo de llorar, del primer disco como solista se desprende esta angustia juvenil compuesta por Paul Anka.


Caminando, la balada alegre y optimista fue recurrente en la discografía de nuestro invitado.


Tan solo es una chica, una de sus mejores grabaciones para Orfeón en 1962.


Chica mala, su primer gran éxito en RCA Victor durante 1963, de la inspiración de Neil Sedaka. Número incluido en la cinta La juventud se impone.


Soy rebelde, esta canción se convirtió en el tema central de la película La edad de la violencia en 1964, solamente apareció en formato de 45 r.p.m.


Amor perdóname, la balada italiana tuvo fuerte influencia en nuestro invitado, realizó esta formidable grabación en 1965.


Tú amor se desprendió del cielo, de la inspiración de Carlos Rigual es esta balada que fue interpretada en la cinta Adiós Cuñado.


Sentimental journey, una vieja tonada de 1944 que a lo largo del tiempo ha tenido nuevas versiones, fue el caso de César que en 1966 realiza su versión en inglés, en este idioma grabó tanto para RCA Victor como para Capitol.


No puedo dejar de verte, una de las joyas de la canción popular de 1967 es esta composición de Bob Crew y Bob Gaudio. Del primer disco con el que César comienza su carrera con el sello Capitol en 1968.


El milagro de tus ojos, de las mejores grabaciones que César realizó en 1971, claro ejemplo de las baladas que interpretó durante toda esa década.


Qué grande es tu amor, un número de los Bee Gees de 1977, César lo recupera en su producción discográfica de 1993.


El mar, composición de Charles Trenet en 1946, se ha mantenido siempre vigente en el gusto popular, apelando a ello nuestro invitado realiza su versión en su última producción de 2013.