Hace muchos años, al terminar la Revolución, la ciudad de
México inició el proceso de su transformación hacia la modernidad. Bajo el
amparo del nacionalismo, el paisaje rural cedía lentamente su espacio al
ambiente urbano que día a día se matizaba con aromas y colores
cosmopolitas.
La Ciudad de los Palacios en la década de 1920 era un
terreno fértil para los contrastes. Ahí convivían los vestigios célebres del
pasado prehispánico que se dejaban asomar entre los imponentes edificios
coloniales. También, a la par de las lujosas colonias y avenidas porfiristas
decoradas al estilo francés, brotaban en sus extremos las calles y barrios de
gran tradición que albergaban a las clases populares, todavía humeantes de
pólvora.
Precisamente, en el tradicional barrio de Peralvillo, un
26 de abril de 1925, nació Rebeca… La voz
de terciopelo. Fue la quinta hija de
Juana Cosío de Alba y Franco y de Enrique Silva. Con sus 7 hermanos
(Evangelina, Olivia, Enriqueta, Trinidad, Enrique, Guadalupe y de su gemela
Sarita), a pesar de la precaria condición económica de la familia, Rebeca vivió
una infancia feliz La pequeña Rebeca Silva Cosío aprendió el sentido de la responsabilidad entre los múltiples mesones que abundan en la zona llenos de sus caudales humanos muy ligados al comercio. Lamentablemente, las cosas para Rebeca y su familia se complicaron cuando falleció su padre.
Ella contaba apenas con 11 años de edad. Al cumplir los 16, contrajo matrimonio con Agustín Chavero, con quien procreó a sus primeros hijos: Laura Isabel y Salvio Agustín. Sin embargo los celos enfermizos de Agustín y su mal trato indujeron a Rebeca a escapar ayudada por unos tíos de Agustín, rumbo a la ciudad de Monterrey.
Desde muy niña, Rebeca mostró una notable inclinación por
el canto y la música. Gracias a la invitación de sus maestras en la escuela
primaria, podía lucir sus dotes artísticas en los festivales escolares. Su voz,
desde entonces, cubría el ambiente con una caricia suave y tierna, como de
terciopelo (en ocasiones, acompañada de su hermana Enriqueta, amenizaba las
fiestas escolares. Por cierto, a este singular dueto se le presentaba como Las Guarecitas, que en purépecha significa
“niña”).
Durante su estadía en
Monterrey, logró presentarse en la radiodifusora XEFO que se ubicaba a
la vuelta de la Fuente de Sodas Boom Boom,
donde ella trabajaba como mesera. En
aquellas memorables audiciones se ganó el titulo de: Rebeca, la voz de Monterrey.
Con el tiempo, Rebeca decidió regresar a la ciudad de México
junto a su madre y hermanos. Gracias a la recomendación de su hermana Olivia,
consiguió emplearse en el Restaurante del
Hotel Reforma.
En el ocaso de la década de 1950 asistió con unos amigos al Bar La Fuente. Ahí, como aficionada deleitó a los bohemios y
artistas que frecuentaban el lugar con una maravillosa interpretación de la
canción Señora tentación, del genial
compositor Agustín Lara. Gracias a esa afortunada presentación, de inmediato
fue contratada para cantar en los más prestigiados centros nocturnos de la
época.
Rebeca se convirtió así en la
última intérprete oficial del inolvidable músico poeta. Junto a Agustín Lara
realizó exitosas presentaciones en el afamado Capri que se ubicaba en la planta baja del Hotel Regis. El sismo de 1985 terminó con aquel edificio de 8 pisos
de altura construido en los estilos art
nouveau y art decó, que no sólo
recibió a lo más selecto de la sociedad mexicana e internacional de aquellos
años, sino también un pedazo de la historia misma de la capital azteca.
En 1959 grabó para la RCA
Victor su primer Lp: “Señora tentación”, material en el que incluyó 12
selecciones de la autoría de Agustín Lara. Gracias a su magnífica dicción y
estilo, Rebeca logró consagrarse como una extraordinaria interprete de la
canción romántica y además, obtuvo su primer disco de oro con su recordada
versión del bolero Escarcha. La
discografía de esta excepcional cantante comprende 9 discos de larga duración
para el sello Victor: Señora tentación,
Rebeca y su compositores predilectos,
Canciones de Agustín Lara, Enamorada, Canciones inolvidables, Estrella
solitaria… Canciones de Agustín Lara y Nacida
para amar; El Disco de Oro de Rebeca
(grabado en vivo) y en Discos Orfeón, durante la década de 1970 realizó un
disco en el que regrabó algunos de sus éxitos más destacados de su primera
etapa como cantante.
En su voz, las nuevas
generaciones tuvieron la oportunidad de escuchar las más bellas páginas del
cancionero larista y hoy, a la distancia, esas grabaciones llegan a nuestros
oídos para recrear el repertorio de lo entrañable.
Las noches se iluminaban con
las luces de las marquesinas de los teatros, centros nocturnos y bares que le
daban un toque de alegría y fiesta a la gran ciudad. Y con su voz de
terciopelo, Rebeca acariciaba los corazones de los que se amaban. La Roca (instalada en el Hotel
Insurgentes) y La Ronda (ubicada en
pleno corazón de la Zona Rosa), fueron testigos fieles de aquella inolvidable
época de bohemia que despedía, acompañada con los acordes de Chalo Cervera, El pianista de las estrellas, una época
inolvidable de la canción popular en México.
En 1985, Rebeca trasladó su
residencia a Guadalajara, Jal. En la hermosa Perla de occidente, se escucharon por última vez los maravillosos
matices de su voz evocadora de la época de oro de la canción romántica en
México.
La voz de Rebeca se apagó un 7
de mayo de 2002. Su última voluntad fue descansar
cerca de Agustín Lara, su amado maestro… Allá en Veracruz, en la playa
solitaria, donde puede verse una casita blanca que parece de marfil…
Desde entonces, de vez en
cuando nos parece escuchar a la distancia, la dulce voz de una caricia aterciopelada
que canta en versos de cristal una serenata de amor… El viento y la brisa del
mar llevarán en el ambiente las notas lanzadas como serpentinas por un elegante
piano a las musas que se alejan como los cisnes que en la tarde visten su
carro triunfal…
Y en cada caricia convertida
en recuerdo, por capricho divino, el cielo se pinta de azul, con ese azul que
tienes tú…
Con gratitud,
Tus hijos Laura Isabel, Salvio Agustín,
Oscar, Juan Manuel y Rebeca Eugenia.
La selección que a continuación les presentamos son
composiciones de nuestro Flaco de Oro Agustín Lara, salvo en donde se indica otro compositor.
Todas las grabaciones son para la marca RCA Victor excepto Hastío
que corresponde al sello Orfeón, fueron
realizadas entre 1959 y 1970.
Señora tentación, compuesta en 1931.
Escarcha, compuesta en 1935.
Azul, compuesta en 1933.
Te vi pasar, compuesta en 1940.
Cocha nácar, compuesta en 1933.
El Cisne, compuesta en 1935.
Anoche te sentí, compuesta en 1948.
Hastío, compuesta en 1933.
Amar y vivir, composición de Consuelito Velázquez en 1944.
La cita, composición de Gabriel Ruiz en 1944.
Nieve, composición de Miguel Prado y Bernardo
Sancriostóbal en 1954.
Casita blanca, compuesta en
1963.
Maravilloso blog.Gracias por recordar música tan hermosa.Abrazos desde Colombia.
ResponderEliminarHola María Eugenia. Gracias por tus comentarios. Recibe un abrazo fraterno.
ResponderEliminarGracias por compartir. En ninguna página de Internet había encontrado tanta y tan precisa información de esta formidable cantante: Rebeca. Saludos desde México, D. F.
ResponderEliminarGustavo R. Villaseñor
Muchas gracias por visitarnos Gustavo. Saludos.
Eliminaruna de las grandes voces y creo que el haber sufrido hizo que tomara una voz mas sentimental
ResponderEliminarMuchas gracias por visitarnos David. Saludos.
EliminarHola primos, tienen de todo en lo que respecta a la música en esta página, los felicito
ResponderEliminarREBECA ES UNA MUJER QUE ADMIRÉ Y QUISE, HERMANA DE LUPE SILVA ESPOSA DE MI PAPA JUAN ALFARO
ResponderEliminarQue tal Beatriz, gracias por comentar. Bienvenida. Si deseas podemos estar en contacto para realizar un texto sobre Lupe Silva, contamos con varias grabaciones. Saludos.
ResponderEliminarHace poco estaba en una venta de garaje , encontré el que es el ultimo disco de Rebeca y , aunque monla conocía .decidí llevármelo , es un disco muy lindo , es una época que no me toco , pero se apreciar lo bueno y este disco esta bueno.
ResponderEliminarExcelente informacion sobre una gran artista con una gran voz. Gracias!!!
ResponderEliminarUn hermoso viaje al pasado
ResponderEliminarA LOS FAMILIARES DE REBECA SILVA: Soy Carlos Espinosa García, sacerdote de la Compañía de Jesús. ¡Cómo me gustaría poder hacer recuerdos de Monterrey con Jaime y su hermano, sobrinos de Rebeca, con quienes compartí amistad en los años cincuentas, cuando fuimos vecinos en la calle Degollado, en Monterrey. Recuerdo a Laura que era rodavía muy pequeña; sin embargo Jaime y yo fuimos amigos. Yo vivia al lado de la casa de ustedes y de Rebeca, en la casa que era la bodega de despensas de la Cigarrera la Moderna. Ahora soy el capellán de la universidad Iberoamericana, y estoy a sus órdenes en el teléfono 5537254872, por si en algún momento pudiéramos entrar en contecto. Por ahora les dejo un fuerte abrazo. quiero comentarles que Laura se ponía en la ventana, en Monterrey, y a los que pasabamos nos decía: "Dame un beso rubio". Supongo que como adjetivo, no como vocativo, pues yo soy moreno.
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